El fin de semana pasado, la interna en el PRO entre Mauricio Macri y Patricia Bullrich sumó un nuevo capítulo. Aunque ambos líderes minimizan públicamente la tensión, esta existe y tiene implicancias políticas significativas. El partido está dividido: el macrismo, que intenta distanciarse de La Libertad Avanza, y el bullrichismo, que actúa como oficialismo y busca una fusión con el espacio de Javier Milei.
El episodio que reavivó las diferencias ocurrió el sábado, cuando la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, despidió a Vicente Ventura Barreiro, quien ocupaba el segundo lugar en el Ministerio. Ventura Barreiro es un hombre de confianza de Cristian Ritondo, un dirigente alineado con el ex Presidente Macri y distanciado de Bullrich.
Bullrich anunció en su cuenta de X que Ventura Barreiro fue removido por "intentar interferir en un proceso licitatorio de servicios de comida para el Servicio Penitenciario Federal (SPF)". Según la ministra, Ventura Barreiro se comunicó con el jefe del SPF, Fernando Martínez, para intervenir en una licitación millonaria destinada a la compra de alimentos para los 13,000 internos de los penales federales. Este organismo está bajo la órbita del Ministerio de Seguridad desde que Bullrich asumió el cargo en diciembre de 2023.
La ministra afirmó que el ex funcionario buscaba un "pliego a medida" y actuó "puenteando" a Julián Curi, director Nacional del SPF. Además, Bullrich destacó que los procesos licitatorios del Ministerio de Seguridad están a cargo de Martín Siracusa, secretario de Coordinación Administrativa, y no de Ventura Barreiro.
Bullrich se enteró de la situación al regresar de un viaje a El Salvador, donde se reunió con el presidente Nayib Bukele y visitó el Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT). Fernando Martínez fue quien le informó sobre la intervención de Ventura Barreiro, lo que llevó a la ministra a pedirle la renuncia al funcionario.
Hasta ese momento, tanto Bullrich como su entorno valoraban la labor de Ventura Barreiro, un técnico especializado en gestión de seguridad que había trabajado en la Ciudad de Buenos Aires bajo la administración de Diego Santilli y Marcelo D’Alessandro. A pesar de las acusaciones, Ventura Barreiro sostiene que no actuó con mala fe ni fuera de la ley, y su entorno cree que su despido es una "respuesta política" a la interna del PRO.
La decisión de Bullrich se percibe como una represalia a la jugada de Ritondo y Macri para controlar el PRO en la provincia de Buenos Aires. En abril, Macri asumió la presidencia del partido con la intención de reordenarlo y evitar que Bullrich lo alineara con La Libertad Avanza. Como parte de esta estrategia, Ritondo fue propuesto para liderar el PRO en Buenos Aires, desplazando a Daniela Reich, alineada con Bullrich.
La ministra de Seguridad insistió en que la salida de Ventura Barreiro no está relacionada con la interna del PRO. Sin embargo, la destitución ocurrió en medio del operativo de búsqueda de Loan Danilo Peña, un niño de 5 años desaparecido, lo que añade complejidad al contexto.
Bullrich ya ha designado a Alejandra Monteoliva como sucesora de Ventura Barreiro. Monteoliva, una experta en seguridad con experiencia en Colombia y Centroamérica, se reunió con Bullrich en Palermo para discutir su nuevo rol. Ambas viajarán a Paraguay para participar en la Reunión de Autoridades Nacionales en materia de Delincuencia Organizada Transnacional (RANDOT), un foro de la OEA sobre seguridad regional.
Mientras tanto, en el macrismo observan de cerca los movimientos de Bullrich, considerando que la destitución de Ventura Barreiro es una advertencia antes de una posible fractura legislativa. La disputa entre Macri y Bullrich sigue escalando, ahora con implicaciones en la configuración del PRO y sus alianzas futuras.
Fuente: infobae.com