Tres factores claves que aumentan el riesgo de un ACV grave: hipertensión, tabaquismo y fibrilación auricular
Los accidentes cerebrovasculares (ACV) son una de las principales causas de muerte y discapacidad a nivel mundial. Un reciente estudio de la revista Neurology ha identificado tres factores que aumentan significativamente la probabilidad de que un ACV sea mortal o cause discapacidad severa: la hipertensión, el tabaquismo y la fibrilación auricular.
La hipertensión es uno de los factores más críticos para sufrir un ACV grave. Las personas con presión arterial alta tienen más de tres veces más probabilidades de experimentar un accidente cerebrovascular grave, especialmente el tipo hemorrágico.
Este tipo de ACV, asociado a la rotura de vasos sanguíneos, tiene una tasa de mortalidad más alta. El profesor Joshua Z. Willey, líder del estudio, explica que la hipertensión daña las arterias del cerebro, lo que favorece este tipo de accidente cerebrovascular.
Fumar es otro factor de riesgo ampliamente reconocido. Las personas que fuman tienen aproximadamente el doble de riesgo de sufrir un ACV grave. El tabaquismo favorece la formación de placas ateroscleróticas en las arterias, aumentando el riesgo de obstrucciones y coágulos que pueden llegar al cerebro.
Esta combinación eleva considerablemente el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular isquémico, el más común y grave.
La fibrilación auricular, un trastorno del ritmo cardíaco, eleva más de cuatro veces las probabilidades de sufrir un ACV grave. Esta afección propicia la formación de coágulos que pueden desplazarse hacia el cerebro, obstruyendo el flujo sanguíneo y causando un daño severo. El tratamiento adecuado, que incluye el uso de anticoagulantes, es esencial para prevenir estos riesgos.
El estudio resalta que, aunque estos factores son alarmantes, todos son modificables. Controlar la presión arterial, dejar de fumar y tratar la fibrilación auricular son pasos claves para reducir el riesgo de sufrir un ACV grave.
Adoptar un estilo de vida saludable también es fundamental. Prevenir un ACV es posible si tomamos las medidas adecuadas para cuidar nuestra salud cardiovascular.
Este estudio, basado en la participación de 27.000 adultos, refuerza la importancia de la prevención y el control de estos factores de riesgo para evitar consecuencias fatales o discapacitantes.
La información subraya que pequeños cambios pueden tener un gran impacto en la salud.