Vicente Bokalic, obispo de Santiago del Estero, ha sido nombrado cardenal por el papa Francisco, lo que lo habilita a participar en un eventual cónclave. Este nombramiento refuerza el compromiso del pontífice de descentralizar el poder eclesial.
Bokalic se suma a los 21 nuevos cardenales que serán consagrados el 8 de diciembre. Su designación es parte de una estrategia que busca dar mayor relevancia a las diócesis fuera de las capitales, continuando con el estilo pastoral del papa Francisco.
Este año, Santiago del Estero fue protagonista en la historia de la Iglesia cuando el 7 de septiembre se trasladó la sede primada a esta provincia. La decisión fue recibida con entusiasmo por la comunidad eclesial local.
El nombramiento de Bokalic se asemeja a lo ocurrido en Italia con el arzobispo de Milán, Mario Delpini, quien no fue nombrado cardenal, siguiendo el enfoque del papa de priorizar diócesis más pequeñas, como Milán en ese caso.
El arzobispo de Buenos Aires, Jorge Ignacio García Cuerva, quien aún no ha sido designado cardenal, mostró su apoyo a esta decisión del papa, destacando la fraternidad entre las distintas diócesis y rechazando cualquier rivalidad entre Buenos Aires y el interior.
Entre los nuevos cardenales también se destacan obispos de diócesis alejadas de las capitales, como en el caso del arzobispo de Lima, Carlos Castillo Mattasoglio, y el de Guayaquil, Gerardo Luis Cabrera Herrera, lo que refleja la visión inclusiva y global de Francisco.