Un secreto de guerra revelado: la voz que inmortalizó "Jamás nos rendiremos" no era la de Churchill.
Las palabras resonaron con fuerza en el Parlamento británico el 4 de junio de 1940: "Lucharemos en las playas, lucharemos en los aeródromos, lucharemos en los campos y en las calles; jamás nos rendiremos". La voz, firme y desafiante, era la de Winston Churchill, el primer ministro que guiaba a Gran Bretaña en la Segunda Guerra Mundial. O eso se creía.
Décadas después, se reveló un secreto de guerra: la voz que pronunció el famoso discurso "Jamás nos rendiremos", y otros mensajes claves durante la guerra, no era la de Churchill, sino la de un actor: Norman Shelley.
Shelley, un actor talentoso conocido por su impecable imitación de Churchill, fue reclutado por el British Council para grabar los discursos del primer ministro. La razón: la Cámara de los Comunes no tenía la tecnología para grabar sonido en 1940.
Las grabaciones de Shelley, con su voz profunda y cadenciosa, capturaron a la perfección la determinación y el espíritu de lucha de Churchill. Se difundieron por todo el mundo, inspirando a los británicos a resistir la embestida nazi y, posiblemente, influyendo en la decisión de Estados Unidos de entrar en la guerra.
Churchill, consciente del engaño, lo mantuvo en secreto. Incluso después de la guerra, cuando grabó sus propios discursos, no mencionó la participación de Shelley.
El secreto salió a la luz en la década de 1970, cuando Shelley lo reveló en una entrevista. La noticia generó controversia, pero no empañó el legado de Churchill ni la importancia de sus palabras.
Las grabaciones de Shelley siguen siendo un testimonio del poder de la oratoria en tiempos de crisis. Su voz, aunque no la de Churchill, sigue resonando con fuerza en la memoria colectiva, recordándonos la importancia de la determinación y la resistencia frente a la adversidad.
Fuente: infobae.com