El yoga, una práctica milenaria que combina cuerpo, mente y respiración, se ha consolidado como una herramienta poderosa para combatir el estrés y la ansiedad en un mundo cada vez más agitado. Expertos, como la Facultad de Medicina de Harvard, destacan sus múltiples beneficios, que van desde mejorar la calidad del sueño hasta aliviar el dolor de espalda y favorecer la concentración.

Incorporar el yoga en la rutina diaria no requiere habilidades avanzadas ni mucho tiempo. Según Harvard, con solo 15 minutos al día es posible cosechar sus beneficios. Tres pasos básicos para principiantes son:

• Conectar con la mente: cerrar los ojos y tomar consciencia de las emociones.
• Concentrarse en la respiración: dedicar unos minutos a inhalar y exhalar con calma, ayudándose de meditaciones guiadas.
• Practicar posturas simples: como la postura de la montaña o el guerrero, enfocándose en la conexión entre cuerpo y mente.

El yoga no solo reduce la presión arterial y mejora la digestión, sino que también combate trastornos como la depresión y la ansiedad, aspectos que lo posicionan como una alternativa accesible y efectiva frente a medicamentos o terapias invasivas.

¿El desafío? Practicarlo con constancia y sin autocrítica, recordando que su propósito no es lograr posturas perfectas, sino alcanzar un equilibrio interno que promueva la salud integral.

En un mundo que avanza sin tregua, el yoga nos invita a hacer una pausa, reconectar y priorizar el bienestar. ¿Te animas a intentarlo?