El sincretismo es uno de los males de nuestra época, la simplificación tiende a reducir los contenidos y estos se convierten en verdades a medias, que tomadas por alguien con ambiciones y preparación pueden transformarse en algo totalmente distinto, creando una mentira infalible. Sabemos que la infalibilidad en el mundo religioso solo es atribuible al pastor de Roma, cabeza de la Iglesia Catolica.

No es el caso de Hugo Marcelo Vera quien se formó desde el Nivel Inicial en el Instituto Santa Catalina de la ciudad de Clorinda, provincia de Formosa, donde egresó de la Secundaria para dar paso a su vocación religiosa, que lo catapultó a ubicar espacios estratégicos en el norte y luego en Montevideo, Uruguay; para después terminar en Roma. 

El sacerdote vicentino asumió formalmente como párroco del Santuario Medalla Milagrosa y San Agustín, de la ciudad de Montevideo, capital de la República del Uruguay en marzo del 2020. Ese mismo día utilizó las redes sociales para expresar su sensación: “Gracias, Señor, por confiarme este pueblo que es tuyo”, posteó el padre en su muro de Facebook. Su popularidad en tierra charrúa no tardó en llegar.

El cura fue designado por su congregación para conducir la estrategia comunicacional desde la capital italiana, un puesto para nada menor. La Congregación de la Misión es una Sociedad de vida apostólica fundada por Vicente de Paúl para la evangelización de los pobres y la formación del clero. A sus miembros se los conoce popularmente como padres paúles o vicentinos. No sería extraño que una organización religiosa pusiera sus ojos en un carismático curita del norte argentino que tomó en medio de la pandemia las redes y desde allí hizo llegar su nombre a Roma.

Carismático, Conservador y Culto

Egresado de Filosofía y Teología en Universidad del Salvador de Buenos Aires, Vera tiene una preparación superior a la del promedio de los curas párrocos, la orden vicentina es conocida dentro del mundo religioso por su apertura carismática, un movimiento de pseudo progresismo religioso surgido en el interior de las iglesias históricas como los bautistas, luteranas e incluso católicas, caracterizados por introducir prácticas y creencias del evangelismo televisivo norteamericano. 

A la vez, mezclado entre los cantos, las alabanzas a los gritos y una banda de música de fondo, los sacerdotes imparten en un lenguaje llano y sin dobleces las más conservadora de las lecturas teológicas, creando un ambiente de misticismo para mantener al creyente atrapado, y que a su vez este traiga a otros a su rebaño. Vera encontró en las redes la mejor manera de ampliar su pastoreo, pero esta vez fue demasiado lejos.

Francisco fue abordado por Vera en el mismísimo Vaticano, quien le pidió un saludo para Formosa en medio del conflicto desatado en plena pandemia entre los medios y el gobernador Insfrán, el Santo Padre salió espantado y con cara de pocos amigos cuando este le dijo que pertenecía a la curia y era vicentino, es que las internas de la Iglesia Católica son más sangrientas que las del peronismo,

El sacerdote antivacunas, conservador y carismático, además de dañar la imagen de la institución es un peligro para los feligreses a los que con la fe de los conversos, los pone en el abismo de caer enfermos y morir sin más sentido que el de su vanidad, un pecado gravísimo para los católicos. Fuentes: visionpolitica.info y lamovidaplatense.com