El cambio climático ya es una realidad y cada vez queda menos tiempo para revertir las consecuencias. Para conocer qué le pasa al planeta, hace casi 40 años las Naciones Unidas (ONU) conformaron el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC). En él se reúnen científicos de todo el mundo que analizan, durante meses, bibliografía científica y determinan cuál es la situación del calentamiento global.
p>El anterior informe se realizó en 2014 y sirvió para sentar las bases del Acuerdo de París, que contó con la firma de unos 200 países un año más tarde. Hoy, los lineamientos que se pactaron en ese encuentro están en jaque, ya sea porque no se cumplieron o bien porque no alcanzan. Y mientras los expertos advierten que el tiempo se agota y que, de mantenerse este rumbo, el planeta se dirige a una catástrofe climática, los resultados de los últimos tres informes del IPCC no dejan lugar a dudas. <Según señala la propia ONU, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) es un órgano científico que está encargado de analizar la “bibliografía científica, técnica y socioeconómica más reciente producida en todo el mundo, pertinente para la comprensión del cambio climático”. Es decir que no realiza ninguna clase de investigación, como así tampoco supervisa datos o parámetros relativos al clima. En la actualidad, son 195 los países que reconocen la autoridad científica de estos informes y que, además, forman parte de este órgano intergubernamental.
Por su parte, los científicos que participan del IPCC lo hacen como voluntarios y ad honorem. Entre las tareas que pueden desempeñar pueden ser autores, autores contribuyentes y revisores. Su creación tuvo lugar en 1988 y tiene por objetivo realizar evaluaciones integrales del cambio climático mediante “conocimientos científicos, técnicos y socioeconómicos”, además de “sus causas, posibles repercusiones y estrategias de respuesta”. Hasta el momento, este grupo realizó 5 informes conformados por varios volúmenes. En 2022 se realizó el sexto, aunque algunos aspectos que se darán a conocer completamente durante el segundo semestre del año.
El primer informe de la sexta entrega que realiza el IPCC fue tajante: el cambio climático es una realidad y el responsable es el humano. Según aseguraron los expertos, es “inequívoca” la responsabilidad de la humanidad en el calentamiento global; ya que fueron las actividades antropogénicas las que “calentaron la atmósfera, el océano y la tierra”. Esta situación provocó cambios “generalizados y rápidos en la atmósfera, el océano, la criosfera y la biosfera”.
La respuesta es básica, según señalan los expertos. Las actividades humanas son las responsables de generan los gases de efecto invernadero (dióxido de carbono -CO₂-, el metano -CH₄-, y el óxido nitroso -N₂O-) que elevan la temperatura del planeta. Pese a que están presentes en la atmósfera de la Tierra desde hace millones de años, estas sustancia en realidad colaboraron con la habitabilidad del planeta. Sin embargo, la quema de combustibles fósiles y algunas actividades industriales, fabriles y ganaderas rompieron el balance.
El equilibrio radicaba en que estos gases liberados podrían ser absorbidos por el planeta. Hoy, la cantidad de dióxido de carbono que libera la humanidad es la más alta de los dos últimos millones de años; mientras que en metano y óxido nitroso se alcanzó el mayor nivel de los últimos 800 mil años. Pero esta situación tiene un aditamento extra: el dióxido de carbono puede persistir siglos en la atmósfera y el metano décadas, siendo que este último tiene un mayor poder de calentamiento global.
En la última década, es decir entre 2011 y 2020, las mediciones aseguran que la temperatura del planeta se elevó casi 1,1°C en comparación con la etapa resumida entre 1850 y 1900 (preindustrial). El calentamiento terrestre alcanzó los 1,6°C, mientras que en la región oceánica se ubica en 0,9°C. En tanto, las secuelas más evidentes de esta progresión se registran en los polos. El límite establecido por los expertos es de 1,5°C a 2°C. Sin embargo, los científicos aseguran que es necesario que las emisiones toquen un techo en 2025, para luego caer drásticamente. Caso contrario, algunas estimaciones señalan que la temperatura aumentará hasta 4,4°C.
En el Acuerdo de París, los científicos señalaron que la temperatura del planeta debía elevarse hasta 1,5°C para mediados de siglo y que para finales podía elevarse a los 2°C. De todos modos, advirtieron que, pese a estos niveles, la humanidad verá las consecuencias en fenómenos climáticos extremos y sus consecuentes daños.
Este último informe fue tajante: la ventana de tiempo para revertir el cambio climático se extingue. Para 2050, la humanidad debería disminuir las emisiones para que se alcance un incremento del 1,5°C y para finales de siglo deberían haber una emisión cercana a cero, con lo cual se alcanzarían los 2°C. Al caer la generación de estos gases, podrían comenzar hacerse efectivos algunos planes de remediación. El límite para el techo de las emisiones de gases de efecto invernadero es 2025, aunque en el Acuerdo de París se estableció en 2030. Si se respeta este rumbo, para finales del siglo el calentamiento alcanzará los 2,8°C.
“Reducciones profundas y, en la mayoría de los casos, inmediatas”, resumieron los científicos que integran el IPCC. Solo con este accionar se podrían alcanzar las metas de 1,5°C y 2°C. Si el objetivo es posicionar el aumento de la temperatura por debajo de los 2°C, en 2030 las emisiones deberían caer un 27% y un 63% en 2050 (en relación a 2019), pero si es 1,5°C, la retracción deberá ubicarse en el 43% en 2030 y del 84% en 2050. Existe una tercera opción: que en los próximos años venidos el planeta supere los 1,5°C temporalmente y luego caiga abruptamente (un 23% en 2030 y un 75% en 2050).
Uno de los puntos que alcanzó un acuerdo por parte de todos los expertos es la responsabilidad de los combustibles fósiles en el incremento de la temperatura. Según señalaron, para alcanzar el 1,5°C de aumento, el uso del carbón tendrá que caer un 100%, el petróleo un 60% y el gas un 70% para 2050. En palabras de los expertos, el 73% de las emisiones que genera la humanidad radican en el uso eléctrico, de la industria y el transporte. Es por este motivo que se pugna por una migración hacia las energías renovables.
“El cambio climático inducido por el hombre ya está afectando a muchos fenómenos meteorológicos y climáticos extremos en todas las regiones”, advierte el documento confeccionado por el IPCC y asegura que, actualmente, se perciben fenómenos climáticos “sin precedentes”, siendo que algunos ya son “irreversibles” en el corto plazo, y se deberán esperar siglos o milenios para revertirlos. “El alcance y la magnitud de los impactos del cambio climático son mayores de lo estimado en evaluaciones anteriores. El cambio climático es una amenaza para el bienestar humano y la salud planetaria”, aseveraron los científicos. Al tiempo que alertaron sobre la pérdida de biodiversidad y advirtieron que entre el 3% y el 14% de las especies de ecosistemas terrestres estarán en peligro de extinción en los próximos años.
Solo en el momento en que las emisiones de gases de efecto invernadero sean nulas, el planeta podría comenzar a transitar una lenta reversión que podría durar siglos e, incluso, milenios. “Al restaurar los ecosistemas degradados y conservar, con eficacia y equidad, entre el 30 % y el 50 % de los hábitats terrestres, marinos y de agua dulce, la sociedad puede beneficiarse de la capacidad de la naturaleza para absorber y almacenar carbono, y podemos acelerar los avances en la consecución del desarrollo sostenible, pero es fundamental contar con el apoyo financiero y político adecuado”, afirmaron los expertos que confeccionaron el informe del IPCC. Y concluyeron: “Se pueden conciliar diferentes intereses, valores y formas de ver el mundo. Al aunar los conocimientos científicos y tecnológicos especializados y los conocimientos indígenas y locales, las soluciones serán más eficaces”. Fuente: infobae.com