Eran las 8 de la mañana. La región había amanecido con cielo plomizo, muy húmeda y fresca. El Pata Medina se levantó antes de las 6 AM y se preparó para cruzar todo el casco urbano platense, desde la ensenadense localidad de Punta Lara hasta 51 y 29; desde su casa de Villa del Plata hasta el Hospital Italiano, donde lo esperaba un turno con el neurólogo Martín Pederzoli, para realizarle una batería de estudios relacionados con una enfermedad preexistente.

Al llegar al nosocomio de las monjas, fue recibido a huevazos, insultos y todo tipo de agresiones por unas treinta personas, aparentemente vinculadas a la otra facción de la UOCRA La Plata, con la que su espacio sindical mantiene un fuertísimo contrapunto desde hace varios años, por la conducción del gremio de los constructores en nuestra región.

La esposa del sindicalista, Fabiola García, habló con los medios presentes en el lugar, tres horas después de los hechos, y responsabilizó a funcionarios, barras bravas y dirigentes del fútbol, por este desgraciado evento y otros parecidos que vienen ocurriendo sistemáticamente desde hace algunos años y que ella considera que son decididamente intencionales y deliberados, en contra de su familia.

La mujer de Medina denunció complicidad entre la barra brava de Estudiantes, su presidente Juan Sebastián Verón, el ministro de Justicia provincial, Julio Alak y el intendente de Ensenada, Mario Secco. También acusó a sectores de la justicia, a algunos medios de comunicación y al jefe comunal de La Plata, Julio Garro, entre otros.

Hasta el momento, cuando Fabiola García sigue saliendo al aire por los canales de noticias nacionales denunciando a los cuatro vientos lo que ella considera un brutal entramado político-judicial, destinado perjudicar a su familia, ninguno de los referentes aludidos ha salido a responderle.

Lo cierto es que la escalada de violencia que se viene acelerando peligrosamente en el marco de la interna sindical de la UOCRA, no solo pone en riesgo la vida y las propiedades de sus protagonistas, sino lo que es mucho peor, está en juego la integridad de cualquier ciudadano de La Plata, Berisso o Ensenada que transite nuestras calles, justo en el momento en que se sucedan hechos violentos entre las partes.

Nadie le pone el cascabel a este gato, la policía actúa con una parcialidad o falta de idoneidad alarmante, la violencia crece sin control y las puertas del infierno ya se abrieron en La Plata, Berisso y Ensenada. 

No falta casi nada para que este “juego del calamar” entre los albañiles platenses se transforme en tragedia y aquellos que hoy tienen la obligación y responsabilidad de evitarlo, salgan a decir pavadas para cubrir sus culos sucios. Llegó la hora de actuar jueces, comisarios y políticos…

Los dichos y los hechos

"¡Garca!", "¡ladrón!", "¡viejo chorro!", "a la UOCRA no volvés más", se escucha decir a los agresores, un grupo de más de treinta personas, en un video casero que habría sido grabado por uno de sus custodios, puesto por la justicia para monitorear y garantizar sus movimientos. 

Además de las agresiones personales, los atacantes destrozaron el auto de una de sus hijas, Valentina, a quien también se llevaron detenida. Era el auto en que se había trasladado el ex sindicalista desde su casa hasta el hospital platense.

Medina fue atacado por una veintena de hombres con sus rostros cubiertos, los que tiraron piedras y huevos, insultaron al exsindicalista, le rompieron el auto y robaron pertenencias. Los agresores escaparon y luego el Pata Medina insultó a policías, y desde la fuerza indicaron que golpeó a un sargento de apellido Valdes dentro del Hospital.

Sin embargo, la detención se produjo en la vía pública, diez minutos después de que Medina fuese atendido en el nosocomio, y luego de insultar a unos policías, al parecer por su inacción. Albarracín contó que tras un entredicho que mantuvo con las fuerzas de seguridad, Medina fue detenido.

"Esto es gravísimo, es privación ilegal de la libertad. Voy a hacer una presentación en la Justicia. Si hay un delito lo vamos a denunciar. Está detenido, según me dijeron por un intercambio de palabras que tuvo con un Policía", dijo Albarracín, quien confirmó que Medina permanece aprehendido en la Comisaría 4ta de La Plata.

"El 'Pata' Medina hoy sufrió dos agresiones, la del grupo de 30 personas y la detención, esperamos que nos lo puedan explicar cuanto antes", indicó el letrado.

Albarracín calificó a Medina como víctima y denunciante y pidió por su integridad física. “Hace cuatro pedimos la detención de importantes exfuncionarios y actuales funcionarios por la causa de la mesa judicial y ahora pasa esto. Es muy grave”, dijo el abogado.

El parte policial consigna que a las 8 de hoy se recibió un llamado al 911 donde se dio cuenta de un conflicto en el Hospital Italiano, ubicado en la calle 51 entre 29 y 30 de la capital provincial.

Cuando los efectivos policiales se acercaron al lugar, fueron informados por el médico de guardia que Medina, que había ingresado al nosocomio con su hija y otra persona, había sido agredido por varias personas que se encontraban en el lugar, quienes también le ocasionaron daños en el automóvil Fiat 500 de color blanco.

La policía informó que "al entrevistar a Juan Pablo Medina y en momentos en los cuales era asistido, el dirigente de la Uocra le propinó un golpe de puño a un efectivo”.  Junto con el dirigente sindical también resultaron detenidos su hija, Valentina Medina, de 22 años, y Alfredo Videla Pino, peruano, de 38 años, quien estaría armado. La causa quedó caratulada como "Daño y amenazas leves", a cargo del fiscal Marcelo Romero, de la UFI 6 de La Plata.