En las huestes de la policía bonaerense, existe una máxima oculta que impera puertas adentro de las 2800 comisarías en ruinas desparramadas por el basto territorio de la provincia más poblada del país: los comisarios (no todos, pero si muchísimos, unos 2799) creen que las “vigis” bajo su mando deben atenderlo sexual e íntimamente cuándo y dónde se les antoje a ellos.
p>Olvidan que una sociedad menos machista y mucho más igualitaria les impone nuevas conductas y desafíos. Se pasan por cualquier lado las ilusiones, las metas, las familias y la dignidad de esas mujeres policías, que alguna vez ingresaron a la fuerza armada más numerosa y corrupta de América latina, buscando un sueldo y unas condiciones normales de trabajo.
En la Departamental de Berisso anidaría uno de esos monstruos con uniforme, cargo e impunidad. Según el relato de una ONG dedicada desde hace años a proteger a las víctimas de violencia de género en La Plata, Berisso y Ensenada, el jefe de esa unidad regional, comisario Daniel Adrián González, fue acusado de hechos de "violencia psicológica, física, emocional y acoso sexual y psicológico".
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La organización feminista "Las Juanas", asegura que la presentación fue efectuada ante la Auditoria General de Asuntos Internos de la Policía de PBA y los tribunales laborales de La Plata. Al mismo tiempo, la ONG busca poner en alerta a la comunidad sobre los hechos denunciados que, "se suscitaron en el marco de una relación abusiva de poder cuando González era el superior jerárquico de la denunciante".
Aseguran que la mujer víctima de tan aberrante hecho, de quien se preserva su identidad, "acudió oportunamente a las autoridades de la Municipalidad de Berisso, para que el intendente Fabián Cagliardi interviniera y diera una solución a los acosos que sufrió por parte de González, recibiendo como respuesta 'si lo haces público, te trasladamos de dependencia', nena”.
Y así sucedió; se la sacaron de encima. También, fue trasladado otro oficial que le salió de testigo, quien aún no pudo volver a cumplir funciones en esa ciudad, claramente a modo de castigo. La ONG apunta al "preocupante accionar" de la gestión de Cagliardi "ya que no han hecho menos que encubrir y garantizarle impunidad al denunciado, claramente por los arreglos y acuerdos políticos operantes".
En ese sentido, también advirtieron sobre “la ruidosa inacción de la Auditoría de Asuntos Internos policial, ya que cuando se realizó la primera de las denuncias, se le quitó relevancia, se cuestionó a la víctima y se protegió al denunciado". Manifestaron que "nos encontramos prestando colaboración a la denunciante para que su agresor no quede impune y, además, para que deje de hostigarla".
Desde “Las Juanas” aseguraron que el acusado pidió el traslado a la misma Superintendencia Siniestral en donde la denunciante está cumpliendo funciones. "El Ministerio de Seguridad no puede permitir que esto pase. Las autoridades deben proteger a las víctimas de este tipo de violencias, brindarles seguridad y garantizarles una vida libre de violencia; castigando a quienes agreden a las mujeres abusándose de su poder y jerarquía".
Para finalizar, desde la entidad defensora afirmaron que "la denunciante hoy se encuentra cómoda en su actual lugar de trabajo, en donde tanto jefes como compañeros la contienen y acompañan, por lo cual no queremos que su destino se modifique, sino que sea González quien deba ser trasladado". En la ONG aseguran que "tomamos conocimiento de la existencia de otras víctimas y estamos trabajando en ello".
En mayo de 2020, quedó formalmente constituida la Estación de Policía Departamental de Seguridad de Berisso, que tendría como máxima autoridad al comisario Daniel Adrián González, quien hasta ese momento venía desempeñándose como Jefe del Comando de Patrulla. Cabe recordar que con anterioridad, dicho funcionario policial también fue Jefe de Destacamento Los Talas, Jefe de la Comisaría Segunda y Jefe de la Policía Local hasta su disolución.