Según el estudio científico, las diferencias más allá de los órganos sexuales están presentes en todas las especies y se extienden a los sistemas fisiológicos, incluido el sistema inmunológico. La infección por diferentes patógenos da como resultado respuestas inmunes diferenciales y resultados de la enfermedad por sexo, y aunque el patrón depende de la edad y otros factores del hospedador, el sexo masculino se asocia con respuestas inmunitarias más bajas y mayor susceptibilidad o vulnerabilidad a infecciones en animales.
En este marco, el médico neurólogo Conrado Estol afirmó que “la diferencia en la mortalidad entre sexos siempre se vio. A todas las edades, la prevalencia de enfermedades infecciosas, bacterianas, virales, hongos y de parásitos fueron mayores en hombres. En los coronavirus previos, en el SARS-1, en el MERS, entre otras la tendencia en fallecimiento en los varones se mantuvo”.
Por su parte, la médica infectóloga Romina Mauas señaló que “esto es algo bastante reconocido en distintas poblaciones. Está relacionado a que las mujeres tienen una respuesta inmune más efectiva contra las infecciones y las inmunizaciones incluyendo a la infección por el nuevo COVID-19. Todavía se están estudiando pero es importante para poder efectivamente desarrollar tratamientos o terapias que modulen la respuesta inmune”.
En este sentido, de acuerdo a la investigación, el mecanismo subyacente potencial de este dimorfismo sexual en la respuesta inmune se encuentra en los cromosomas sexuales: una cantidad sustancial de genes importantes relacionados con la inmunidad está codificada en el cromosoma X. “Las mujeres tienen dos cromosomas X por ende, tienen un mayor número de receptores y producen menos inflamación cuando el sistema inmune se encuentra con el virus”, sostuvo el infectólogo Roberto Debbag Debbag.
En el trabajo los expertos remarcaron que otro de los motivos está relacionado a la hormona femenina, el estrógeno, que se encarga de regular el funcionamiento de muchos tipos de células del sistema inmune y también contribuye a bajar los niveles de proteínas inflamatorias. Además aumenta la producción de ACE2, la proteína que el coronavirus utiliza como entrada al organismo.
Sin embargo, paralos hombres es distinto: “Se sabe que la testosterona inhibe al sistema inmune. De hecho se ha visto que hombres con cáncer de próstata a los que se les inhibe la testosterona tenían una enfermedad menos grave. Mientras que el estrógeno ayudaría a las defensas en el caso de las mujeres”, explicó Estol.
En tanto, se precisó que la vejez también es una de las causas que generan una mayor mortalidad de los hombres infectados de COVID que de las mujeres: “El sexo también tiene un gran impacto en la vejez. Las células inmunitarias o incluso el sistema inmunológico se ven afectados de forma diferencial por el envejecimiento, según el sexo. El envejecimiento induce una disminución en la proporción de células T vírgenes que es más prominente en los hombres, y las células B disminuyen después de los 65 años solo en los hombre”.