Un estudio exhaustivo realizado por investigadores del CONICET revela que numerosas especies, incluyendo animales, plantas y microorganismos, parecen tener una afinidad particular por la temperatura de 20°C. Este fenómeno plantea interrogantes sobre si es una mera coincidencia o si hay razones biológicas subyacentes que lo explican.

Contrariamente a la creencia común, la relación de las especies con la temperatura sigue una curva asimétrica en forma de campana, lo que sugiere que muchos procesos biológicos alcanzan su máximo rendimiento a esta temperatura y disminuyen rápidamente en condiciones más cálidas.

Investigaciones recientes muestran que la abundancia de especies marinas también alcanza su punto máximo en zonas subtropicales en lugar del ecuador, lo que ha generado una disminución notable en la diversidad biológica por encima de los 20°C, un patrón que se ha acentuado con el calentamiento global.

Estos hallazgos sugieren que los 20°C podrían ser un punto clave para la estabilidad y eficiencia de los procesos biológicos, lo que influye en la biodiversidad en todos los niveles, desde microbios hasta especies multicelulares. Además, plantean preguntas importantes sobre cómo el cambio climático podría afectar a las especies que dependen de esta temperatura óptima para su supervivencia y evolución.

Fuente: infobae.com