Los animales pasaron por un proceso de rehabilitación antes de ser libertados en el Lago Epecuén. Mirá las imágenes.

El popular espejo de agua, reconocido por ser diez veces más salado que el mar, es la segunda reserva de la especie más importante de América y sus características biogeográficas lo convierten en un sitio apto y seguro, con registros históricos y actuales de presencia permanente.

Vale aclarar que si bien son migratorias, estas aves encontraron en el lago el ambiente ideal para vivir y reproducirse no solo por la tranquilidad de la zona, sino por la existencia en el agua de uno de sus platos predilectos: la Artemia Salina.

Además, al elegir el lugar, especialistas del Gobierno bonaerense valoraron también la posibilidad de realizar un seguimiento de los animales de forma estable en conjunto con los guardaparques municipales.

Los flamencos, que llegaron a la laguna a partir de decomisos realizados por la Dirección provincial, rescates de fauna y derivaciones de centros de otras jurisdicciones, pasaron antes por un proceso de rehabilitación en la Fundación Temaiken.

"Se encontraban ya en condiciones de retornar al medio natural, para no prolongar su cautiverio y evitar así bajas por estrés o deterioro de las condiciones físicas alcanzadas", detallaron desde el Municipio. Fuente: lamovidaplatense.info y infocielo.com