Ricardo Cendoya era un referente provincial del espacio que conduce Emilio Monzó en Juntos por el Cambio. Había nacido en Bahía Blanca y pasó su juventud en Trenque Lauquen, donde se casó y tuvo 4 hijos.
p>Allí trabajó como periodista en el diario La Opinión, el más importante del noroeste bonaerense, donde llegó a ocupar el principal cargo: secretario de Redacción.Más tarde, en la década de los ‘ 80, Cendoya se trasladó a la ciudad de La Plata para hacerse cargo de la comunicación institucional del diputado Estévez, también oriundo de Tranque Lauquen.
Desde entonces fue empleado en la Cámara de Diputados bonaerense, donde cumplió tareas en Prensa del Bloque PJ, asesor de varios legisladores y varias funciones que lo llevaron a ocupar el más alto escalafón entre los trabajadores legislativos.
Paralelamente, Ricardo desarrolló una dilatada y exitosa carrera política, primero dentro del peronismo, donde llegó a ocupar la Secretaría de Organización del PJ de Ensenada; participó de los equipos técnicos y políticos del Frente Renovador en su mejor momento y finalmente recaló en JxC.
De la mano de su amigo y conductor, el actual diputado nacional Sebastián García De Luca, se incorporó a las filas del espacio interno que conduce Emilio Monzó y fue el principal armador político territorial de JxC en la quinta sección electoral de la PBA previo a las elecciones de 2015.
También y paralelamente, en ese mismo período fue interventor de JxC en la provincia de Santiago del Estero, por pedido expresó de Monzó, Frigerio y García de Luca. Allí forjó entrañables relaciones con los principales referentes del sector, que hoy lloran su ausencia.
En la faz personal, Ricardo era un excelente padre de 4 hijos y hace más de dos décadas había formado pareja con quién convivió hasta su muerte, Silvina Prospitti, una trabajadora legislativa con quién formó una nueva familia llena de amor y respeto.
Ricardo quería mucho a Ensenada, y muy especialmente a Punta Lara. Allí se radicó y vivió más de 20 años, adoptando al barrio de Villa del Plata como su lugar en el mundo, como siempre le gustaba decir. Allí era feliz, en compañía de Silvina, a quien amaba profundamente y con quien estuvo hasta el último minuto de su vida.
QEPD.