Tras ocho meses de intensa búsqueda y arriesgados rastrillajes, el perro cruza con gran danés Milo, pudo regresar a su hogar en Cipolletti. El operativo que se desarrolló desde el día que se perdió -en octubre de 2020- fue toda un odisea, ya que estuvo atrapado durante mucho tiempo en un islote frente a la Isla 132, en Neuquén.
p style="text-align: justify;">Intentaron rescatarlo con lanchas, kayaks, drones y hasta con la colaboración de Prefectura, pero todos los intentos fueron sin éxito. Afortunadamente, hoy ya se encuentra rodeado del cariño de su familia.Julieta Scaardino, la dueña de Milo, contó este domingo en diálogo con LM Cipolletti que el reencuentro se produjo el viernes 4 de junio, luego de que un vecino de la localidad de Neuquén le escribiera para alertarla sobre la presencia de un perro con características similares a la de un gran danés caminando sin rumbo por las calles de la ciudad.
"Ese día varias personas empezaron a mandarme mensajes de Facebook diciéndome que lo habían visto en el centro de Neuquén, así que fui hasta allá, pero no lo encontré y me volví a Cipolletti. Pasó aproximadamente una hora y un chico me dice que el perro lo había seguido y me preguntaba si era mío, así que regresé para asegurarme", relató la joven.
Cuando llegó al centro de la vecina localidad, Julieta se llevó la sorpresa de su vida: era Milo, el mismo que habían estado buscando durante meses por cielo y tierra desde que se escapó en octubre de 2020 en la Isla Jordán, el mismo que convocó a cientos de vecinos dispuestos a ayudar en su búsqueda. Era Milo, su fiel y amoroso compañero de vida.
"Cuando lo vi lo abracé, se quedó conmigo y me reconoció. Yo abrí la puerta del auto y se subió solito", detalló la cipoleña y agregó que durante el tiempo que estuvo perdido en el islote fue alimentado en "la chacra de Martín", la cual se encuentra a 22 kilómetros de la costa del río Limay, del lado de Río Negro.
Por su parte, Julieta comentó que Milo se encuentra en buen estado de salud y que no pasó hambre gracias al dueño de la chacra que lo cuidó. Afortunadamente, el perro ya se encuentra nuevamente en su hogar en Cipolletti rodeado del cariño de su familia, que nunca bajó los brazos y lo buscó hasta el último minuto.
La búsqueda de Milo, rescatado hace tres años de una situación de maltrato, comenzó en octubre de 2020, cuando saltó del auto de su dueña, Julieta Scaardino, en la zona de bardas de la Isla Jordán. La mujer publicó sus fotos en toda la ciudad para dar con su ubicación y llevarlo nuevamente a su hogar, pero no tuvo éxito.
Semanas más tarde, algunos bañistas comenzaron a reportar a través de las redes sociales sobre la presencia de un perro en las orillas de un islote frente a la Isla 132, a la altura de la calle Linares, del lado de la provincia de Neuquén. Pero fue la kayakista Valeria Cilleruelo quien, finalmente, decidió comunicarse con Ivana Malaspina, proteccionista neuquina, para pedirle asistencia.
A partir de ese momento, ambas se pusieron en campaña para poder rescatar a Milo y comenzaron a visibilizar la situación en diferentes grupos de Facebook. Fue allí donde lograron dar con su dueña, Julieta, quien en ese momento contó que lo buscaba desde hace meses y no había tenido ni una sola pista sobre su paradero.
Entre todas comenzaron a cruzar en kayak para verlo y dejarle comida. En uno de los viajes, Julieta pudo reconocerlo y no hubo dudas de que se trataba de Milo. Sin embargo, como es muy asustadizo y estaba desorientado, no hubo forma de retenerlo. Muchos lo vieron y muchos se sumaron a la búsqueda, pero no fue posible acercarse.
En el operativo también participó Natalia Larrosa, Marisel Jara, Julio Almaza, Mabella Carballo, entre otros. A su vez, Pablo Bongiovani se sumó con su drone para rastrear a Milo entre los altos pastizales y poder llevar registro de sus movimientos.
Sin embargo, y afortunadamente, Milo ya se encuentra nuevamente con su familia luego de varios meses de tristeza e incertidumbre. Fuentes: lamovidaplatense.info e lmcipolletti.com