A sus 57 años y víctima del Covid, falleció uno de los más queridos dirigentes peronistas de los últimos tiempos. Ricardo “Caito” Pené fue uno de esos tipos que venían del interior de la Provincia de Buenos Aires a estudiar a La Plata y se quedaron a vivir y a militar políticamente en la capital bonaerense. Era padre de Victoria y Josefina.

Llegó desde Azul a la facultad de Derecho, donde militó activamente en la Juventud Universitaria Peronista (JUP), con la ilusión de volverse a sus pagos como abogado, pero la vida lo sorprendió con un futuro más ligado a la política y a las diagonales, entre las que desarrolló una vida familiar y social que lo colocó entre los referentes peronistas más apreciados por los diferentes y múltiples sectores del PJ platense.

La cantidad y variedad de homenajes que recibió en las redes sociales al conocerse su fallecimiento, hablan a las claras de sus características de buen tipo y enorme dirigente. No hubo un solo barrio que no pisara para ayudar a los más humildes; no hubo un dirigente importante que no debatiera y luego se hiciera amigo suyo.

Caíto, hincha de Boca, de Chevrolet y fanáticamente un peronista, fue de esas personas que van a ser recordadas siempre por su bonhomía, su lealtad, su honestidad intelectual y su empuje, en un mundo (la política) en el que esas virtudes no abundan. Las referencias a su muerte en las redes son una muestra enorme de reconocimiento a su figura, que queda en lo más alto de la consideración política regional.

Pené corrió en la Fórmula Azul, categoría que se coronó campeón en 1992 y luego continuó su actividad fierrera en otras divisionales de la zona cercana a la ciudad platense, donde se afincó. En estos últimos años acompañaba a sus hijas, quienes corrían en las categorías de la Asociación de Pilotos y Propietarios de Karting Olavarría (APPKO) y de la Asociación de Karting en Tierra del Sudeste (AKTS).

Amante de los animales, honesto y leal como pocos, dio sus primeros pasos en la política territorial militando para el ex Gobernador y luego Presidente, Eduardo Duhalde, durante la década del '90 y mucho más tarde se transformó en uno de los primeros referentes barriales de La Cámpora. 

El último espacio social que integró fue el Movimiento Evita en Brandsen, donde residía junto a su pareja, Silvia López. Había militado con el ex diputado Alberto Delgado, con quién entabló una amistad de hierro y a quién consideraba un amigo y uno de los dirigentes más cercanos a los sectores más necesitados.

Cuando se complicó su estado de salud, lo internaron en el Hospital Cuenca Alta de Cañuelas, donde falleció este sábado. Sus restos fueron trasladados al Cementerio de Azul, donde lo despidieron sus familiares y amigos. Se fue Caíto Pené. Una enorme pérdida para la política y para la sociedad, que espera de sus dirigentes lo que emanaba de este enorme referente fallecido.