Toda profesión tiene momentos insólitos que terminan transformándose en anécdotas para el recuerdo. Y si bien algunas se tornan graciosas y otras un tanto preocupantes, la mayoría de ellas ayuda a cortar con la rutina habitual de cada día laboral.
En este marco, el veterinario César Gatti hizo un recontó de algunas escenas que pasaron a la historia. En diálogo con Feudale Café, con Marcela Feudale, por La Cielo 103.5, el especialista que atiende en La Plata confesó cuáles fueron algunas de las situaciones más extrañas que tuvieron lugar en su clínica de mascotas.
"Castré a un perro y la mujer me dijo si no le podía poner prótesis en ese lugar... unos bolones", contó el entrevistado, y explicó que su clienta pretendía que las personas que vieran a su mascota no notaran que ya no tenía testículos.
En otra oportunidad, dos mujeres que habían sido madres recientemente le confesaron que habían amamantado a sus animales. "Una tenía un gatito muy chiquito y otra un perro; las dos habían tenido familia y les dieron de la teta de ellas", contó. En este marco, el especialista aclaró que se trata de algo perjudicial para la salud y destacó: "En la boca de los animales hay unas cuantas cosas".
Gatti también contó haber sido invitado a cumpleaños de mascotas, con cotillón, torta y decoración incluidos. Y también a un sepelio, donde un perro contaba con su propio cajón y velatorio.
"Tengo un siberiano y canta clásico", le dijo una clienta al veterinario, mientras que otra llevó a atender a su mascota luego de que se comiera un profiláctico y una tercera aseguró que a la suya le encantaba la sidra. Sobre esto último, vale aclarar que el alcohol es muy peligroso y causa en los animales los mismos síntomas que en los humanos.
"Estamos cambiando mucho a los animales, los estamos humanizando y ellos están perdiendo su esencia", advirtió el profesional y si bien destacó buenas prácticas como "el respeto, el amor, la protección y los cuidados", otras terminan siendo contraproducentes. Fuentes: lamovidaplatense.com e infocielo.com