Una vecina de La Plata compartió hace pocos días en su perfil de Twitter la dramática situación que vivió con la muerte de su gato, a raíz de una intoxicación con el polen de unos lirios que había adquirido para su hogar. El animal, según contó Guadalupe, había olido las flores que formaban parte de un ramo. Frente al desconocimiento de muchas personas y las tristes experiencias que otras compartieron, la publicación se viralizó.
Luciano Casas, médico veterinario y profesor adjunto en la cátedra de Clínica de Pequeños en la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UNLP, quien señaló que "hay diferentes plantas ornamentales que uno tiene en la casa y que pueden generar diferentes tipos de intoxicaciones".
"Algunas pueden ser generar intoxicaciones gastrointestinales leves y, dependiendo también la especie, algunas son más tóxicas para los perros y otras con los gatos. El lirio con los gatos es un caso puntual. Porque el gato normalmente, por los hábitos que tiene, no suele estar comiendo o rompiendo plantas como por ahí lo hacen los perros. En el caso del lirio, cualquier parte de la planta es tóxica. Desde las hojas, las flores, el polen, las semillas...", puntualizó. En esos casos, aunque el gato ingiera apenas un pedacito de hoja o tenga contacto solo con el polen, la intoxicación puede producirse igual y ser grave.
"Está descrito que hasta la inhalación de polen puede generar esta necrotoxicidad, es decir, una insuficiencia renal aguda. En este caso lo primero que van a notar en el gato es una apatía, se pone muy tranquilo, desconectado, y los signos son muy rápidos: deja de orinar, se deshidrata, puede haber algún signo gastrointestinal", explicó el experto y alertó: "Ahí hay que acudir rápido al veterinario porque estas intoxicaciones, si no se tratan rápidamente, le pueden terminar costando la vida".
En cambio, para el perro el lirio "no es una planta tan necrotóxica, sino que los trastornos son más gastrointestinales: vómitos, diarreas que pueden ser transitorias pero a veces terminar en cuadros de gravedad". "Todo eso va a depender de cuánto ingieran de la planta", aclaró Casas.
Entre las plantas más peligrosas o con riesgo de intoxicación para gatos y perros, el docente de la UNLP destacó los lirios (que pueden ser mortales para los primeros), las azucenas, los potus, las azaleas y el jazmín paraguayo, todas con distintos niveles de toxicidad. "En el perro la etapa de cachorro, cuando por ahí suele romper plantas, es un momento clásico de intoxicaciones y muchas veces se inducen un vómito fisiológico, un resabio que le quedó de los lobos, sus ancestros, que lo hacían para sacar plumas y pelos de su estómago; pero puede ocurrir que en el azar o si no tienen pasto a disposición, acudan a algunas de estas plantas", precisó Casas, por lo que recomendó tener especial atención con las plantas y flores aún en cuando no se trate de gatos.
"Todas las plantas van a tener diferentes tipos de toxina, que son naturales y utilizan muchas veces para protegerse de depredadores. Obviamente cada planta tiene su tóxico natural y acá es donde está el problema. Muchos han descrito casos de gatos que toman agua del florero donde estaban los lirios y se intoxican, así que es una flor a la que hay que tenerle mucho respeto", advirtió.
A pesar de que no todos los tipos de lirios pueden resultar mortales, el veterinario sostuvo que de todos modos es aconsejable no ingresar estas flores a espacios donde haya mascotas. Con respecto a las suculentas, marcó que "la mayoría pueden traer por ahí algún trastorno gastrointestinal", pero aclaró que no suelen revestir mayor gravedad. Fuentes: lamovidaplatense.com y 0221.com.ar