Baterías gigantes: una solución carísima y contaminante
El fracaso del “Plan Verano” y la falta de eficacia en la contratación de buques turcos han dejado en evidencia la fragilidad del sistema eléctrico argentino. A pesar de los esfuerzos por paliar los cortes, la Secretaría de Energía sigue analizando mecanismos alternativos para evitar un colapso mayor.
Una de las opciones que se barajan es la instalación de grandes baterías en nodos críticos para almacenar energía. Sin embargo, los expertos advierten que esta solución no solo resulta sumamente cara, sino también contaminante.
Según un exfuncionario de Energía, el costo de las baterías para cubrir los picos de demanda de los últimos 500 MW podría oscilar entre 15.000 y 17.000 USD por MW mensual, sin contar el cargo adicional por consumo.
La falta de inversión en el transporte y distribución de electricidad sigue siendo uno de los problemas centrales del sistema. Las líneas de transmisión, especialmente en el AMBA, están al borde del colapso debido a una saturación causada por las energías renovables, que, a pesar de su alto costo, tienen prioridad de ingreso al sistema.
El problema radica en que, mientras las empresas generadoras de energía renovable disfrutan de enormes ganancias, no se destinan recursos suficientes para ampliar y reforzar la infraestructura de transporte. “La rentabilidad de las empresas es inmensa, y deberían ser ellas las que financien la ampliación del sistema que saturaron”, señala el especialista.
Con estas decisiones, el sistema eléctrico se fragmenta aún más, y la búsqueda de soluciones a corto plazo solo acentúa las deficiencias a largo plazo.