Invertir se ha convertido en una palabra clave en el mundo financiero, especialmente con la apertura de nuevas plataformas que permiten a los jóvenes comenzar desde los 13 años. Sin embargo, la experta Lara López Calvo, asegura que no se debe caer en la trampa del "sueño dorado" de la libertad financiera fácil y rápida.

La realidad de las inversiones es mucho más pragmática. Según López Calvo, la inversión debe tener como objetivo proteger tus ingresos de la inflación y hacer crecer tu poder adquisitivo a largo plazo. "No se trata de enriquecerse de la noche a la mañana, sino de tener un estilo de vida más tranquilo económicamente", afirma la experta.

¿Ahorrar o invertir? La diferencia radica en el tiempo y el riesgo. Ahorrar se recomienda para objetivos inmediatos o a corto plazo, como un fondo para emergencias. En cambio, invertir implica arriesgar parte de tu dinero para lograr ganancias futuras, aunque conlleva mayor riesgo. Es por eso que, si bien el ahorro es más seguro, las inversiones ofrecen la posibilidad de alcanzar metas más grandes a mediano o largo plazo.

López Calvo también destaca la importancia de la constancia. “Un buen hábito de inversión puede ayudar a alcanzar objetivos más rápido, por ejemplo, reduciendo el tiempo necesario para alcanzar una meta financiera”, explica. Esta estrategia no es algo exclusivo de personas con grandes sumas de dinero. Cualquiera puede comenzar con pequeñas inversiones y avanzar gradualmente.

Lo que debemos tener en cuenta es que no hay una "fórmula mágica" que garantice el éxito financiero inmediato. La clave está en la disciplina, la diversificación y el conocimiento. A medida que te acercas al retiro oa otras metas, la tolerancia al riesgo disminuye, lo que lleva a una mayor precaución en las decisiones de inversión.

A fin de cuentas, la recomendación es clara: invertir, si se hace de manera informada y con paciencia, es un camino hacia un futuro financiero más sólido y estable. Sin embargo, no hay que olvidar que el ahorro también juega un papel fundamental en la construcción de un colchón de seguridad ante lo inesperado.