En las próximas semanas, los trabajadores en relación de dependencia recibirán la primera cuota del tan esperado aguinaldo, también conocido como sueldo anual complementario (SAC). Sin embargo, es fundamental comprender cómo se calcula, quiénes tienen derecho a recibirlo y cuándo se realizará el pago.

El aguinaldo se define como la doceava parte del total de las remuneraciones percibidas por el trabajador durante el año calendario. Está establecido por ley desde 1945 y se paga en dos cuotas: la primera en junio y la segunda en diciembre.

El cálculo del aguinaldo se basa en el salario bruto, incluyendo conceptos como horas extras, presentismo, comisiones, antigüedad, entre otros. Se toma en cuenta el período desde enero hasta el sexto mes del año, y los días de licencias por enfermedad o vacaciones también se computan. Sin embargo, no se incluyen asignaciones familiares, beneficios sociales, licencias sin goce de sueldo y otros rubros no remunerativos.

El primer pago corresponde a la mitad del haber máximo percibido durante el período mencionado, dividido en seis partes proporcionales a los meses trabajados. Es importante destacar que, al finalizar la relación laboral, el aguinaldo también debe liquidarse de forma proporcional al tiempo trabajado.

Según la Ley de Contrato de Trabajo, el aguinaldo debe ser pagado por los empleadores hasta la última jornada laboral de junio, con una tolerancia de hasta cuatro días hábiles. La segunda cuota deberá abonarse antes del 18 de diciembre, también con la posibilidad de un período de tolerancia.

Es necesario destacar que, si bien el aguinaldo es un derecho garantizado por ley, hay trabajadores que no podrán recibirlo debido a la precarización laboral y al trabajo en negro. Según el INDEC, en 2022 hubo un aumento del 15% en los trabajadores no registrados, llegando a 5,4 millones. Estos trabajadores, junto con los monotributistas y los autónomos, no tienen derecho a recibir el aguinaldo.

En resumen, el aguinaldo es un ingreso adicional para los trabajadores en relación de dependencia, calculado en base al salario bruto y pagado en dos cuotas. Su cobro se realiza en junio y diciembre, y los beneficiarios son los trabajadores registrados, tanto del sector público como del sector privado, así como también los jubilados y pensionados. Sin embargo, la creciente precarización laboral deja a millones de trabajadores sin la posibilidad de recibir este beneficio.