En medio de una andanada de obras y decisiones trascendentales de gobierno, que marcan a fuego el estilo obsesivo con la función pública que siempre caracterizó al actual intendente de La Plata, Julio César Alak, sobreviene también la necesidad de atender la política territorial.

Esa pata de la conducción política municipal, se vio notoriamente opacada por la decisión de darle absoluta prioridad a la puesta en marcha de la gestión, en los primeros 10 meses de gobierno en la capital de la principal provincia argentina.

Julio Alak priorizó el inevitable ordenamiento económico, la planificación y la puesta en marcha de cada área de gobierno, fuertemente aletargadas y desfinanciadas durante los últimos 16 años en los que la gestión faltó a la cita.

Así las cosas, con el gobierno municipal ya encarrilado en materia de gestión, Julio Alak decidió atender la cuestión política. Para eso, llamó a un experto en la materia y le ofreció que se haga cargo de la subsecretaría de Gobierno de la Municipalidad de La Plata.

Julio Alak convocó a su eterno amigo Alberto Delgado, conocido en el ambiente político como “Cabezón”, y le pidió que coordine un área destinada a atender las necesidades de las ONGs, los clubes, los centros de jubilados y todo tipo de instituciones barriales del distrito.

Antes de abrir la puerta para la llegada de Alberto Delgado, Julio Alak consensuó el tema con sus principales aliados, quienes aceptaron la incorporación sabiendo que el Cabezón no será una competencia política y que puede ayudar a construir territorialidad electoral.

Alberto Delgado le habría pedido al intendente Julio Alak, que su participación como funcionario municipal sea “ad honorem”, para no generar un costo a la comuna; y que su asunción sea recién a mediados de noviembre, por compromisos personales contraídos previamente.

¿Quién es Alberto Delgado?

El futuro subsecretario de Gobierno de La Plata es un hombre de la más estrecha confianza y de una larga amistad con el intendente Julio Alak, forjada durante los oscuros años de la dictadura militar cuando ambos eran estudiantes de Derecho de la UNLP.

En el inicio la democracia, allá por 1983, el entonces intendente de Florencio Varela, Julio Carpintetti, los convocó a trabajar juntos en su gabinete municipal. Allí, Alberto Delgado ocupó primero el cargo de secretario privado del jefe comunal y luego la Dirección de Acción Social.

En tanto Julio Alak, ocupó el mismo cargo que hoy le ofrece a Alberto Delgado, la Subsecretaría de Gobierno, secundando a quién luego sería vicegobernadora de Felipe Solá entre 2003 y 2007, Graciela Giannettasio, fallecida el 5 de abril de 2022.

Más tarde, a finales de los ‘80, ambos se sumaron al equipo de trabajo del vicegobernador de Antonio Cafiero, el tandilense Luis María Macaya, amigo entrañable de Alak y Delgado. Desde la Presidencia del Senado, hicieron pie en la política platense.

Por aquellos años hoy lejanos, con la localidad de Abasto como emblema, construyeron territorio y amistades que perduran hasta hoy. Hasta allí llegaban cada fin de semana en el micro 508, el colorado y blanco, con las monedas justas para el pasaje, los zapatos pidiendo cambio urgente y las ilusiones a cuestas.

Juntos formaron el FRUP (Frente de Unidad Peronista) y en 1989, Julio Alak fue electo presidente del Partido Justicialista de La Plata. Dos años después, Alak le ganó una elección histórica al radicalismo platense, que se ufanaba de ser invencible, y se consagró intendente de La Plata.

Así llegó el caluroso martes 10 diciembre de 1991, cuando Julio Alak asumió la Intendencia de La Plata a sus jóvenes 32 años (cumpliría 33 un mes después). Como ahora, 10 meses después convocó a su amigo Alberto Delgado a sumarse a la gestión municipal.

Entonces, sucedió el fenómeno que en la militancia platense se conoce como “le dio una aspirina y construyó una farmacia”. Alak le ofreció a Delgado crear el Consejo Municipal de la Tercera Edad, que se inició con una docena de centros de jubilados y en pocos años llegó a ser integrado por 186 instituciones.

Más tarde, Delgado pasó a ocupar la Secretaría de Acción Social del Municipio y dejó a cargo de Tercera Edad a su ladero Claudio Santín, siguiendo con una gestión extraordinaria en el área. Ese nuevo cargo, catapultó a Delgado a una diputación provincial de 8 años.

Después Delgado colaboró con Alak en Aerolíneas Argentinas, en los ministerios de Justicia nacional y provincial y fue fundamental en la campaña del año pasado, que volvió a ubicar al "Turco" en el principal sillón de 12 y 53. 

Para finalizar, hay que agregar otra pasión que siempre los unió: el Cilindro de Avellaneda. Ambos son fanáticos de Racing Club y visitan ese estadio cada partido que la Academia juega de local.