La Unión de Tranviarios Automotor (UTA) emitió una carta de advertencia, señalando que el servicio de transporte público en todo el país enfrenta un colapso inminente e irreversible. Esta preocupación se suma a la expresada por las cámaras empresariales del sector, quienes también dirigen sus críticas hacia el Gobierno Nacional.
El inicio de la crisis se remonta a la eliminación repentina del Fondo Compensador del Interior, que distribuía más de 100 mil millones de pesos entre las empresas de transporte en 22 provincias. Esta medida, tomada por el Ministerio de Economía tras el fracaso de la ley ómnibus, ha puesto en riesgo la viabilidad del transporte público en el interior del país, aumentando la presión sobre las tarifas.
Las cámaras empresariales han advertido que, de no autorizarse una estructura de costos adecuada, se verán obligadas a paralizar o reducir las frecuencias del servicio. Según Luciano Fusaro, vicepresidente de la Asociación Argentina de Empresarios del Transporte Automotor (AAETA), los costos actuales superan significativamente los ingresos, lo que pone en peligro la sostenibilidad financiera del sistema.
Por su parte, la UTA ha manifestado su preocupación por la incertidumbre en cuanto al pago de salarios y la continuidad del servicio. Para el gremio, las medidas de quita de subsidios y desregulación impulsadas por el gobierno ponen en riesgo tanto los empleos como la integridad del sistema de transporte de pasajeros.
Ante esta situación, la falta de una planificación o transición adecuada ha llevado al gremio a afirmar que el sistema de transporte está abocado a un colapso inminente si no se toman medidas urgentes para garantizar su viabilidad a largo plazo.
Fuente: infocielo.com