En un violento comienzo de año, un presunto asesino a sueldo desató el pánico en Buenos Aires al ejecutar a dos hombres en circunstancias similares. Omar Condarco Collisaya y Ramón Adán Zurita fueron asesinados de un balazo en la cabeza, y los investigadores sugieren que el mismo sicario estuvo involucrado en ambos casos, detectado en un Chevrolet Corsa negro.
Collisaya, de nacionalidad boliviana, fue la primera víctima en Flores. Horas después, Zurita fue encontrado muerto en Merlo. Ambos asesinatos ocurrieron en menos de diez segundos, y la hipótesis de robo fue descartada, apuntando a un posible ajuste de cuentas. La teoría principal sugiere que el asesino confundió a Collisaya con Zurita, indicando un posible error en el objetivo.
Las autoridades han identificado al Corsa negro en ambas escenas y han detenido al conductor. Las cámaras de vigilancia fueron cruciales para rastrear el vehículo y su paradero. La rápida acción del asesino y el uso de una pistola 9 milímetros caracterizan ambos crímenes, que duraron apenas unos segundos.
La causa está a cargo de la Unidad Fiscal de Investigación (UFI) número 5 de Morón, y se investiga la posible conexión entre los establecimientos relacionados con los dos casos. Zurita, vinculado a locales de prostitución, había recibido amenazas previas. Se busca determinar la identidad del instigador y el posible financiamiento de estos asesinatos a sangre fría.
Fuente: perfil.com