El café es una de las bebidas más populares del mundo. Su consumo está asociado a diversos beneficios para la salud, como la disminución del riesgo de cáncer, insuficiencia cardíaca y enfermedades neurodegenerativas.
Los expertos sostienen que los adultos sanos pueden beber hasta cinco tazas de café al día sin que este sea perjudicial para la salud. Sin embargo, es importante moderar el consumo de esta bebida, teniendo en cuenta el organismo de cada uno. Algunas personas pueden ser más sensibles a los efectos de la cafeína, dependiendo de ciertas condiciones de salud y medicamentos.
El café puede afectar la absorción de los nutrientes y de los medicamentos en el organismo. Por ejemplo, medicamentos como las fenotiazinas, antidepresivos, ansiolíticos y somníferos deben tomarse al menos una o dos horas antes o después de beber café, ya que los taninos en el café pueden interferir con la absorción de estos medicamentos en el cuerpo.
En el caso de las personas con problemas de tiroides, se recomienda tomar medicamentos como la levotiroxina por la mañana, idealmente 30 minutos antes del desayuno o de cualquier bebida con cafeína, ya que el café puede interferir con la absorción de la medicación y reducir su efectividad a la mitad.
La cafeína puede disminuir el efecto de los antidepresivos, ya que estos medicamentos buscan bloquear la serotonina en las arterias. En el caso de las personas con asma que usan broncodilatadores como la aminofilina o teofilina, el café puede desencadenar efectos secundarios y reducir la absorción del medicamento, lo que puede causar dolores de cabeza, inquietud, molestias estomacales e irritabilidad.
El café es una bebida saludable si se consume moderadamente. Sin embargo, es importante tener en cuenta los posibles efectos secundarios que puede causar en algunas personas, en especial si toman ciertos medicamentos o tienen determinadas condiciones de salud.