A pocas horas de que gendarmes y efectivos policiales iniciaran la reconstrucción del último día en que Guadalupe Lucero fue vista con vida, un hombre se presentó ante la comisaría 2ª de la provincia de San Luis y aseguró que haber sido él quien terminó con la vida de la menor Tras su declaración, la fuerza local inició rastrillajes que se extendieron en horas de la madrugada. El sitio abordado fue la localidad de Potrero de los Funes, donde el presunto asesino aseguró haber enterrado el cuerpo, según información reproducida en medios locales.
Cerca de la medianoche, el sujeto de 25 años se presentó en la comisaría y se adjudicó la responsabilidad del crimen de la nena de 5 años, quien desapareció el pasado 14 junio del 2021. Al trascender la información, los padres y abuelos de la nena acudieron a la dependencia policial junto con la fiscal Virginia Palacios.
Según trascendió, el hombre no solo confesó el crimen sino que dio detalles de cómo lo hizo y dónde habría enterrado el cuerpo de la víctima. Por tal motivo, efectivos policiales iniciaron rastrillajes en la localidad Potreros de los Funes. Según medios locales, el hombre que se autoincriminó sufre esquizofrenia y su madre fue quién presentó un certificado firmado por un psiquiatra donde se acredita que el joven está bajo tratamiento farmacológico.
Tras cumplirse un año de la desaparición de Guadalupe Lucero, Gendarmería Nacional realizó la reconstrucción del último día en que fue vista con vida. Su papá Eric se mostró con esperanzas sobre la posibilidad de obtener un dato que le permita dar con el paradero de la pequeña.
Este miércoles se llevó a cabo la primera jornada de reconstrucción de hechos por parte de los peritos de Gendarmería Nacional. El operativo tuvo como objetivo relevar situaciones en tiempo real en la denominada zona “0? para recrear el momento exacto en que desapareció la nena de 5 años.
A partir del pedido del fiscal federal Cristian Rachid, la reconstrucción de lo ocurrido hace un año atrás estuvo a cargo de 200 efectivos de diferentes divisiones policiales de la provincia de San Luis junto a 15 gendarmes. El personal acudió al barrio 500 Viviendas y recreó desde el momento en que la familia estaba festejando un cumpleaños hasta la desaparición de Guadalupe.
Eric Lucero, papá de la nena planteó que la reconstrucción se tendría que haber realizado en cuanto su hija desapareció, pero aún así espera que se logre dar con una primera pista que permita dar con el paradero de la menor. “Pasó mucho tiempo para que se logre hacer esta reconstrucción”, cuestionó.
Pese al tiempo transcurrido, remarcó que “uno tiene que tener fe de que con esto algo pueda surgir, y que podamos tener, aunque sea, la primera pista para esclarecer todo lo que le sucedió a mi hija”.
Más allá de la campaña de búsqueda y trabajo por parte de las fuerzas, Eric indicó que desde abril no surgieron nuevas pistas sobre el caso. “No hay nada nuevo, ni certero, seguimos con la misma incertidumbre de aquel terrible día que nos tocó a vivir con su desaparición”, planteó.
En medio del dolor por la desaparición de Guadalupe y la falta de indicios, su papá aseguró: “solo me mantiene vivo la esperanza de volver a ver con mi hija”. En ese marco, las tareas continuarán durante este viernes por parte de personal de Criminalística de Gendarmería Nacional y miembros del Sistema Federal de Búsqueda de Personas Desaparecidas y Extraviadas (Sifebu).
Con la reconstrucción del hecho, los investigadores buscan “contribuir con el esclarecimiento del hecho”. Por tal motivo se buscar seguir cada paso que dio la familia y testigos en los momentos previos y posteriores a la desaparición de Guadalupe.
Entre las escenas a recrear se encuentran la última foto que la tía de Guadalupe le hizo dentro de la casa donde su familia festejaba un cumpleaños, como así también el momento en que la abuela alertó sobre la desaparición de la nena y el recorrido que una joven con discapacidad hizo y quién habría estado con la nena entre las 18:10 y 18:55 horas.
La testigo participará del recorrido junto a la fonoaudióloga Paula Romero y la psicóloga Melina Merelo dado que su testimonio resulta clave en la investigación. De acuerdo a lo indicado por la adolescente, “unas personas a bordo de cuatro motos se habían llevado a Guadalupe cuando estaba jugando a la mancha en el descampado”. Dicha versión, resulta relevante dado que las cámaras de seguridad de un kiosco captó la circulación de dos motos en un horario cercano al mencionado por la joven.
Otro de los trayectos que se recrearán, será el de un nene que estaba andando en bicicleta cuando vio a una joven vestida de negro que caminaba mirando hacia el suelo y dando vueltas a las manzanas cercanas al lugar donde desapareció Guadalupe. En su relato, el nene indicó que vio a la nena detrás de un camión estacionado de manera que los peritos buscan si existen coincidencias entre sus dichos y los de la joven con discapacidad.
A su vez, los peritos analizarán el recorrido que hizo la mamá de la víctima cuando fue a avisarle a su expareja sobre la desaparición, como así también, la actividad que hizo la abuela luego de dar el alerta a la Policía. Más allá de la recreación de distintas situaciones, los peritos también analizarán la distancia y trazabilidad de los llantos escuchados por tres vecinos. De esa manera, se buscará determinar el horario en que fueron percibidos y la relación que pueden llegar a tener con la causa.
El pasado 14 de junio de 2021 Guadalupe Lucero estaba jugando con sus primos en la puerta de su casa en San Luis, cuando de manera repentina su familia le perdió el rastro. En ese momento, la pequeña de 5 años tenía el cabello lacio por debajo de los hombros y un lunar en la mejilla izquierda.
Tras la denuncia de su desaparición fuerzas provinciales y nacionales realizaron rastrillajes en 18 lagos y perilagos de la provincia, usaron perros, georradares y un vehículo operado a distancia por control remoto que se sumergía. En total se hicieron operativos en 1500 sectores, se tomaron más de 900 declaraciones y hubo 465 allanamientos tanto en la ciudad natal de la menor como así también en Mendoza, Córdoba, Neuquén, Río Negro, La Pampa y Salta. Más allá de dichas acciones y el análisis de diversos dispositivos y registros de cámaras de seguridad, aún no se tienen pistas certeras sobre el paradero de Guadalupe.