Abuso sexual, tentativa de femicidio y lesiones. Esos son los delitos por los que fue nuevamente denunciado Sebastián Villa la semana pasada. El jugador de Boca Juniors -que ya contaba con otra causa judicial en trámite por violencia de género- es investigado en el fuero penal provincial, bajo el mando de una fiscalía que se especializa en ese tipo de temáticas.
De acuerdo a los últimos registros del Sistema Nacional de Información Criminal, en 2020 se denunciaron 5613 violaciones y 20.950 de otro tipo de delitos contra la integridad sexual. Si se acota a la provincia de Buenos Aires, durante ese año se denunciaron 1921 hechos de abuso sexual “con acceso carnal” y 7624 situaciones que involucraban agresiones sexuales.
No obstante, hay que destacar que los delitos sexuales suelen tener una cifra “no registrada”: esto significa que gran parte de los hechos no se denuncian. Además de eso, muchos expedientes no llegan nunca a un juicio oral, ya sea por mal accionar judicial, por el paso del tiempo o por que las evidencias no alcanzaron para llegar a esa instancia.
Los delitos sexuales tienen la particularidad de que son cometidos mayoritariamente en ámbitos de privacidad, donde no suelen existir testigos que puedan ayudar a reconstruir la situación. Esto las convierte en causas complejas de llevar y que hasta no hace mucho tiempo eran consideradas directamente un enfrentamiento entre la palabra de la denunciante versus la palabra del imputado.
Hay que resaltar que para el Código Penal existe abuso sexual cuando se fuerza a mantener algún tipo de relación sexual mediante la violencia, las amenazas, la intimidación, además de cuando hay aprovechamiento de una posición de autoridad o de poder. También ocurre cuando el agresor se aprovecha de que la víctima -por cualquier causa- no haya podido consentir libremente la acción
En los últimos años, las investigaciones fueron incorporando perspectiva de género, lo que permite reconstruir y validar el testimonio de la víctima a través de otros elementos, a pesar de que no existan testigos directos. En el caso de Villa, esa reconstrucción lleva a que se intente probar la veracidad y verosimilitud de lo que planteó la denunciante a través de personas que hablaron con ella momentos o días después de los hechos, informes médicos elaborados luego de la atención médica y con un informe psicológico que analizará lo que diga la joven.
La construcción de la prueba es fundamental, de la misma forma que las medidas que pueden tomarse para corroborar lo que dijo la damnificada, como puede ser un análisis incluso del lugar donde sucedió el hecho. Por ahora, el jugador de Boca fue notificado de que se lo investiga en un expediente penal y se le notificaron sus derechos como imputado de acuerdo al Código Procesal Penal de la Provincia de Buenos Aires
Con elementos que respalden lo denunciado, Villa podría ser citado en calidad de imputado para que pueda defenderse de la acusación que se hace en su contra. Si bien en la justicia provincial no existe la figura de procesamiento, lo que puede suceder es que formalice la acusación y que se acerque después la instancia de juicio oral. Por supuesto, cualquier decisión puede ser llevada a revisión a una cámara de apelaciones, que será la encargada de formalizar cada una de las decisiones que se tomen en este expediente.
Villa tiene una causa por violencia de género que actualmente tramita en la instancia de juicio oral. Lo que se conoció en los últimos días es que existió un ofrecimiento de “juicio abreviado”. Esto es un mecanismo donde fiscalía y defensa acuerdan una pena bajo cierta calificación y el debate oral no se realiza. El juicio abreviado significa generalmente una condena menor a lo que podría esperarse pero también implica que el acusado reconozca su culpabilidad en los hechos que se le imputan.