La mesa chica de la CGT se reunirá esta tarde para analizar la compleja situación que enfrenta el sindicalismo bajo el gobierno de Javier Milei. Los dirigentes evalúan la posibilidad de convocar a un paro general de 24 horas, aunque la incertidumbre sobre su acatamiento y la estrategia gubernamental para enfrentar las protestas genera cautela en el movimiento sindical.
La conducción de la CGT está enfocada en permitir que cada sindicato aborde sus problemas laborales y salariales, pero las dificultades para encontrar interlocutores en el Gobierno complican las negociaciones. Se acumulan las medidas de fuerza en diversos sectores, lo que refleja el malestar y la falta de respuestas por parte de las autoridades.
Los sindicalistas critican la astucia del Gobierno al no declarar la conciliación obligatoria, lo que permite que las protestas se concreten sin trabas legales. Esta situación agrava el desgaste del movimiento sindical y dificulta las negociaciones. La falta de diálogo y soluciones concretas por parte del Gobierno profundiza la crisis en el ámbito laboral.
El escenario económico, marcado por los tarifazos y el aumento de precios, agrava la situación y podría llevar a una mayor conflictividad social en los próximos meses. La CGT se encuentra en un momento de profundo debate interno, buscando estrategias para enfrentar las políticas de Milei y proteger los derechos de los trabajadores ante un panorama incierto.