Investigadores de la Universidad de Basilea realizaron un estudio para evaluar la influencia del color de la luz en el ciclo circadiano y el sueño humano. Aunque la luz nocturna ha sido asociada comúnmente con problemas de sueño, el estudio busca comprender si el color de la luz también desempeña un papel relevante. Contradiciendo estudios anteriores en ratones, los resultados sugieren que la variación del color de la luz en dimensiones azul-amarillo tiene un impacto secundario en el reloj interno humano.
El ciclo circadiano, crucial para el sueño y la vigilia, se ha vuelto más relevante con el uso de pantallas y dispositivos electrónicos antes de dormir. La exposición a diferentes colores de luz fue analizada en 16 participantes, utilizando estímulos lumínicos azules, amarillos y blancos. Aunque se activaron conos sensibles al color, las células ganglionares sensibles a la luz, esenciales para el reloj interno, mostraron una respuesta constante.
Los resultados destacan la importancia de considerar la influencia de la luz sobre las células ganglionares sensibles al planificar iluminación, relegando el papel del color a un factor secundario. Se espera que futuras investigaciones exploren la influencia del color en diferentes contextos y duraciones de exposición luminosa.
Este estudio, titulado "Efectos de los cambios de luz calibrados entre azul y amarillo en el reloj circadiano humano", fue publicado en la revista Nature Human Behavior y liderado por Christine Blume del Centro de Cronobiología de la Universidad de Basilea.