Un violento temporal afectó a la provincia de Buenos Aires y el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) durante el fin de semana, con Bahía Blanca, Olavarría y La Plata entre las zonas más perjudicadas. El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) emitió alertas, y el Río de la Plata experimentó una significativa crecida. Científicos del Conicet han evaluado el evento, especialmente en Bahía Blanca, donde al menos trece personas perdieron la vida.
Paola Salio, investigadora del Conicet en el Centro de Investigaciones del Mar y la Atmósfera (CIMA, CONICET - UBA), explicó que el fenómeno se denomina sistema conectivo de "mesoescala" (SCM), caracterizado por vientos extremos que superaron los 100 kilómetros por hora. Destacó la importancia de los sistemas de alerta del SMN para minimizar los daños causados por eventos extremos.
La tormenta que azotó Bahía Blanca fue particular por su extensión en espacio y tiempo, durando cerca de diez horas y afectando a varios cientos de kilómetros. La investigadora aclaró que, a pesar de los daños, no hay evidencia de que haya ocurrido un tornado, desmintiendo algunas declaraciones circulantes.
Alberto Floreano, arquitecto y profesional principal del Conicet, señaló que el colapso del techo en Bahía Blanca se debió más al fenómeno climático que a problemas en la construcción del club. En relación con la construcción de viviendas seguras, destacó la importancia de cumplir con todas las etapas del proceso de producción de la vivienda, más allá del material o sistema constructivo.
Bahía Blanca está actualmente en un período de reconstrucción tras los daños causados por la tormenta, y se espera que las autoridades locales tomen medidas para mitigar futuros impactos climáticos en la región.
Fuente: infocielo.com
