En la frontera norte de Argentina, se ha vuelto común el contrabando de combustible, una práctica que ha generado una serie de problemas e incidentes peligrosos en la región. En Misiones, al límite con Brasil, cargar nafta en bidones y venderla al paso a los extranjeros se ha convertido en "la nueva changa". Esta actividad ilegal es mucho más "casera" que lo que ocurre en la frontera de Paraguay, donde se habla de camiones transportando ilegalmente combustibles y de las tragedias que de allí se derivan.
Recientemente, el diario paraguayo 'La Nación' informó sobre la explosión de dos camiones y cuatro lanchas que aparentemente transportaban combustible de contrabando procedente de Argentina, lo que resultó en la muerte de dos personas y 15 heridos. Se sospecha que un cigarrillo o la quema de papeles desató el fuego. Expertos trabajan para identificar los cadáveres y determinar las causas del incidente.
En la ciudad argentina de Bernardo de Irigoyen, que limita con Brasil, se ha establecido una especie de "surtidores humanos" que venden combustible a los brasileños que pagan por él mucho menos que en su país. El negocio es redondo, ya que en Argentina los precios del combustible están contenidos. Los bidones de 20 litros de nafta fluyen como el agua de un lado al otro de la frontera.
La situación se repite en otras ciudades de la región, como San Javier, San Antonio y El Soberbio, donde la interacción entre las ciudades vecinas facilita el contrabando de combustible. A pesar de los esfuerzos para controlar estas actividades ilegales, el negocio del contrabando de combustible sigue prosperando en la frontera norte de Argentina.
Fuente: urgente24.com