Todo comenzó cuando cuatro hombres en claríasimo estado de ebriedad alcohólica, se encontraban sentados a una mesa de cemento ubicada en uno de los laterales de la plaza. Se trata de las mismas personas de diariamente se juntan allí a tomar vino en caja.

Por razones que se tratan de establecer, uno de ellos, de unos 45 años y vestido con una camiseta roja de Cambaceres, le pegó una piña a uno de sus tres acompañantes, mucho mayor que él en edad, rompiéndole la boca y dejándolo tendido en el suelo.

No contento con eso, comenzó a propinarle patadas y trompadas en todo el cuerpo a discresión, sin que su víctima pudiera defenderse. Pero la cosa se puso más difícil aún cuando el agresor tomó un hierro de unos 70 centímetros de largo y comenzó a pegarle en el suelo.

Los fierrazos fueron constantes durante al menos 10 minutos, en los brazos, las piernas, las costillas y el resto del torso, mientras la víctima se retorsía de dolor tirado en el piso. A esa altura los vecinos ya habían llamado a la policía, que llegó rápidamente y frenó la barbarie.

El agresor quedó detenido junto sus dos acompañantes, mientras que la víctima fue llevado al hospital Cestino de Ensenada en un móvil policial, ya que a pesar de las multiples heridas y contusiones recibidas, se negaba a ser asistido.

En ese sentido, es necesario aclarar que una ambulancia del SAME de Ensenada llegó hasta el lugar para asistirlo, pero la profesional responsable de atender a la víctima ni siquiera lo tocó y argumentó que ante la negativa del accidentado no lo podía trasladar. Los vecinos creen que le dio asco.