Hace más de cinco décadas, el 10 de octubre de 1971 se tornó un día lúgubre en la historia de Argentina. Nueve destacados bailarines del Teatro Colón perdieron la vida en un trágico accidente de aviación mientras se dirigían a Trelew para una actuación en el Teatro Español.
El fatídico vuelo, que partió de Aeroparque, terminó en el Río de la Plata debido a problemas en uno de los motores. Norma Fontenla, José Neglia y otros siete talentosos artistas no sobrevivieron. La noticia conmovió al mundo artístico y al país en su conjunto.
Fontenla y Neglia habían sido pilares en la creciente popularidad de la danza en Argentina. El ballet experimentó un apogeo sin precedentes, incluso con espectáculos de acceso gratuito. La tragedia supuso una profunda pérdida y un retroceso en el desarrollo del ballet argentino.
En 1972, un año después de la tragedia, se erigió un monumento en la Plaza Lavalle para honrar a los bailarines. La fecha, desde entonces, se celebra como el Día Nacional de la Danza, un recordatorio de la influencia y el legado de aquellos talentosos artistas que se fueron demasiado pronto.