En un sorprendente giro de los acontecimientos, Adolfo Enrique Sandoval Farías, quien había desaparecido en Comodoro Rivadavia en 1993, fue encontrado 30 años después en la localidad de General Conesa, Río Negro. Sandoval Farías, de nacionalidad chilena, había desaparecido después de decirle a su esposa que iba al kiosco a comprar cigarrillos y nunca regresó.
El misterioso caso conmovió al barrio Máximo Abásolo en 1993 cuando Sandoval Farías, de 32 años en ese momento, le dijo a su pareja que regresaría pronto después de comprar cigarrillos, pero nunca lo hizo. A pesar de la denuncia de su esposa, durante décadas no se obtuvieron pistas sobre su paradero.
La sorprendente revelación se produjo cuando los oficiales lo encontraron en General Conesa y él mismo confirmó su identidad. Cuando se le preguntó sobre las razones de su desaparición, Sandoval Farías explicó que se debió a diferencias con su esposa, Nelci Isabel, y que "estaba cansado", por lo que decidió abandonar su hogar y alejarse de su familia sin mantener contacto.
Para confirmar su identidad, Sandoval Farías accedió voluntariamente a realizarse fichas dactiloscópicas en una comisaría de General Conesa. Durante estos 30 años, no se comunicó con su esposa ni con sus familiares chilenos, lo que ha generado interrogantes sobre los motivos de su prolongada ausencia.
El hallazgo de Sandoval Farías se produjo gracias a una pista en el marco de una investigación liderada por la oficial principal Daniela Millatruz, jefa de la División de Búsqueda de Personas desde diciembre de 2022. La detective revisó expedientes antiguos y entrevistó a policías retirados para dar con la pista que finalmente condujo a la ubicación del hombre desaparecido.
Este reencuentro inesperado ha planteado nuevas preguntas sobre el caso y la historia de Adolfo Enrique Sandoval Farías, quien ahora buscará reconectar con su pasado después de tres décadas de misteriosa desaparición.
Fuente: minutouno.com