La quiniela, ese juego de azar arraigado en la cultura argentina, no solo es una cuestión de números, sino también de significados que dan forma a la superstición y la tradición. En cada sorteo, que se lleva a cabo de lunes a sábado en cinco turnos, los números no son solo cifras; son símbolos que evocan desde "El agua" hasta "El hermano".
La lista de significados es extensa y peculiar: el 13 es la temida "yeta", el 22 representa "El loco", y así sucesivamente. Cada número tiene una historia, una creencia que se transmite de generación en generación.
Pero, ¿cómo se juega a la Quiniela? Los jugadores apuestan cierta cantidad de dinero a números de 1, 2, 3 o 4 cifras, esperando que la suerte esté de su lado.
El sorteo, que se realiza en las salas de la Lotería de la Ciudad de Buenos Aires para la Capital Federal y en las Salas de la Lotería de la Provincia para Buenos Aires, utiliza cuatro bolilleros. Cada uno representa una posición en el número ganador, desde el millar hasta la unidad. Además, hay un quinto bolillero que determina la posición en el tablero.
Con cinco sorteos diarios, la Quiniela mantiene a los jugadores en vilo, desde la previa matutina hasta la nocturna. La tradición, la superstición y la emoción se entrelazan en este juego que va más allá de las simples cifras.
Fuente: tycsports.com