La reciente controversia en torno a los sueldos y contrataciones en el Senado argentino ha generado un intenso debate público y político. La polémica se desató cuando se hizo público que el Congreso había autorizado un aumento salarial para los empleados de ambas cámaras, incluidos los legisladores. Ante la creciente controversia, el presidente Javier Milei ordenó separar los sueldos de los legisladores del resto del personal del Senado.
El presupuesto para el funcionamiento del Senado en 2024 asciende a $66.121 millones, y casi el 94% de este presupuesto se destina a gastos de personal, incluyendo a los 72 senadores y los empleados de los despachos y bloques. Sin embargo, no todas las partidas presupuestarias han sido ejecutadas, lo que ha generado críticas sobre la distribución de los fondos.
La senadora Vilma Bedia, del partido libertario, se vio envuelta en un escándalo por contratar a varios familiares en su despacho y en las oficinas de colegas de bloque. Ante esta situación, el presidente Milei ordenó dar de baja esas designaciones, agregando más tensión al debate sobre los sueldos y contrataciones en el Senado.
Cada senador dispone de un total de 7.338 módulos para contratar personal asistente y asesores, con un costo mensual que puede alcanzar los $12 millones. Además, los senadores perciben haberes que rondan los $2 millones en neto, incluyendo dieta, gastos de representación y por desarraigo. Sin embargo, estos sueldos no están exentos de controversia, ya que algunos trabajadores del Senado pueden percibir salarios superiores a los de los propios legisladores.
En cuanto a los contratados, que suman 214, sus salarios pueden variar dependiendo de la cantidad de módulos que se les asignen. Cada módulo tiene un valor actualizado de $1.668,59, y hay casos en los que los contratados pueden percibir salarios similares a los de la máxima categoría.
Los despachos más costosos son los de los senadores Fernando Rejal y María Inés Pilatti Vergara, quienes tienen una gran cantidad de empleados en planta permanente y temporaria. Sin embargo, no todos los senadores tienen la misma cantidad de personal ni los mismos gastos salariales.
En promedio, cada senador tiene alrededor de 19 empleados trabajando para sus despachos, con un costo mensual total de $1.245 millones. En total, los 72 senadores tienen 1.370 empleados, con un costo anual de $16.193 millones, además de los 214 contratados.
El debate sobre los sueldos y contrataciones en el Senado argentino continúa, y se espera que siga generando controversia en los próximos meses. La transparencia en el uso de los fondos públicos y la distribución equitativa de los recursos son aspectos clave que deberán abordarse en este contexto de intensa discusión política y social.
Fuente: infobae.com