La suba del salario mínimo impactará en prestaciones sociales y programas estatales, ya que el salario mínimo es utilizado como referencia en el cálculo de algunos criterios de elegibilidad. Programas como las becas Progresar y el Potenciar Trabajo se ven afectados directamente por este incremento.
El salario mínimo también influye en el programa Potenciar Trabajo, que depende del Ministerio de Desarrollo Social. Este programa ofrece trabajos de medio tiempo en diferentes sectores y los beneficiarios reciben el 50% del salario mínimo. Con el aumento, el monto para los beneficiarios ascenderá a casi $52.750 en julio, $56.250 en agosto y $59.000 en septiembre.
En el sistema previsional, el cambio en el salario mínimo afecta a las jubilaciones de aquellos que han completado 30 años de aportes. Sus haberes deben ser al menos equivalentes al 82% del salario mínimo. Según el cronograma de aumentos, en septiembre, el piso de haberes para estos jubilados debería ser de al menos $96.760.
En el caso de las becas Progresar, el salario mínimo es utilizado como tope para la entrega de la beca a estudiantes universitarios. Si el ingreso familiar es menor a tres salarios mínimos, el estudiante es elegible para recibir la beca. El tope se ajustará según los incrementos mensuales del salario mínimo, alcanzando aproximadamente $316.500 en julio y $354.000 en marzo.
El seguro de desempleo otorgado por Anses también se ajusta de acuerdo al salario mínimo. Actualmente, el rango de pago es de $19.305 a $32.175. Con el incremento, en septiembre, el rango será de $25.900 a $43.115.
La suba del salario mínimo tendrá un impacto significativo en diversos programas sociales y prestaciones estatales, ajustando los montos y los criterios de elegibilidad para beneficiarios y destinatarios de estos programas.