El Polo Obrero expone la farsa judicial: obras comunitarias, no corrupción

El movimiento social presenta pruebas irrefutables de su trabajo en barrios populares, desmintiendo las acusaciones de malversación de fondos y denunciando la persecución política en su contra.

13-08-2024 - Por Primera Página

En un nuevo capítulo de la embestida judicial contra el Polo Obrero, la organización social ha presentado contundentes evidencias que demuestran la falsedad de las acusaciones de malversación de fondos. A través de un detallado informe, el Polo Obrero ha exhibido el impacto de sus proyectos en barrios populares de todo el país, donde ha construido y refaccionado comedores, centros comunitarios y espacios de formación, mejorando la calidad de vida de miles de personas.

La construcción de comedores populares, centros comunitarios y espacios de formación es solo una parte del trabajo que realizan lxs compañerxs del Polo Obrero. En próximos artículos destacaremos el trabajo que realizamos en los barrios con talleres sobre la violencia contra las mujeres y capacitaciones para el trabajo textil, gráfico, sobre medios comunitarios, computación, sublimado, estampado, huertas sustentables, cerámicas, campañas barriales de concientización por ejemplo contra el dengue o el cuidado del agua, entre otros rubros.

 
 
 
 
 
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En total el Polo Obrero y la cooperativa “El resplandor” lograron finalizar 43 obras de construcción, refacción y mejoras en centros comunitarios y comedores populares en varias provincias del país.

Estas imágenes hablan por sí solas y demuestran el compromiso del Polo Obrero con las comunidades más vulnerables. Cada ladrillo, cada herramienta utilizada, cada sonrisa de los vecinos beneficiados es una prueba irrefutable del trabajo genuino y solidario de esta organización.

 
 
 
 
 
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La denuncia del Polo Obrero se centra en la negativa del juez Sebastián Casanello a ampliar la indagatoria de sus dirigentes, Eduardo "Chiquito" Belliboni y María "Tango" Dotti, y en la falta de un plazo para presentar pruebas. Según la organización, esta actitud judicial responde a una clara intención de perseguir políticamente a quienes luchan por los derechos de los más desfavorecidos.

"La construcción de esta causa infame tiene como objetivo criminalizar la lucha social y amedrentar a quienes nos organizamos para transformar la realidad", afirmó Eduardo Belliboni, dirigente del Polo Obrero. "No vamos a permitir que nos callen. Seguiremos trabajando por un país más justo y equitativo".

 
 
 
 
 
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Las voces de los vecinos son fundamentales para visibilizar el impacto positivo de estas obras en sus vidas. Sus testimonios refuerzan la idea de que el Polo Obrero no solo construye edificios, sino que también teje redes de solidaridad y esperanza en los barrios más postergados.

La presentación de estas pruebas por parte del Polo Obrero representa un desafío abierto al poder judicial y a quienes buscan criminalizar la lucha social. Es fundamental que la sociedad civil se movilice en defensa de los derechos humanos y de la libertad de organización. La defensa del Polo Obrero es la defensa de la democracia y de un futuro más justo para todos.

 
 
 
 
 
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