En una reciente entrevista concedida a Variety Fair, Todd Schroeder, director del Centro de Investigación del Ejercicio Clínico de la Universidad del Sur de California, arrojó luz sobre el controvertido tema del uso de esteroides en la industria del cine, particularmente entre los actores que interpretan a superhéroes en las películas de Marvel y otras franquicias.

Según Schroeder, entre el 50% y el 75% de estos actores recurren a esteroides y otras sustancias para alcanzar la musculatura y el físico requerido por sus roles. Él sostiene que esta práctica puede ser viable a corto plazo, ya que los efectos secundarios no suelen manifestarse de inmediato. Sin embargo, advierte que existen preocupaciones de salud a largo plazo asociadas con el uso de estas sustancias.

El dilema moral se hace evidente en la lucha de los actores por mantener la imagen que el público espera de ellos, especialmente en roles de superhéroes que exigen una apariencia física impecable. Schroeder menciona el caso de Robert Downey Jr., quien ha encarnado a Iron Man en múltiples películas y ha tenido que ponerse en excelente forma física en varias ocasiones. Mantener este estándar puede ser un desafío, tanto física como éticamente.

La cuestión que se plantea es si el uso de esteroides para lograr el físico necesario para un papel es justificable, considerando las expectativas del público y las demandas de la industria. Este debate sigue siendo relevante en la nueva era de superhéroes en el cine, donde los actores se enfrentan al desafío de mantenerse a la altura de los icónicos personajes que interpretan en varias películas.

El uso de esteroides en Hollywood continúa siendo un tema polémico que plantea interrogantes sobre los límites que los actores están dispuestos a cruzar en su búsqueda de la perfección física para el cine.