Extorsión desde la cárcel: un preso le exigió dinero a una mujer bajo para no difundir sus fotos íntimas
En un grave episodio de extorsión digital, un hombre de 32 años, identificado como G.M.C., fue detenido mientras cumplía condena en la Unidad Penitenciaria N°46 de José León Suárez. Según fuentes policiales, G.M.C. estableció contacto con una mujer a través de redes sociales y entabló una relación virtual a través de WhatsApp, donde intercambiaron fotos íntimas.
El problema surgió cuando el detenido comenzó a exigirle dinero a la mujer, amenazando con difundir las imágenes si no cumplía con su demanda de 300.000 pesos. Las investigaciones revelan que la extorsión fue ejecutada utilizando múltiples celulares y chips que el hombre tenía en su poder, todos hallados durante el allanamiento en su celda.
Además de G.M.C., una joven de 21 años, identificada como “Nahir”, fue aprehendida en una vivienda de Don Torcuato. Se sospecha que actuaba como cómplice del extorsionador, ya que uno de los teléfonos incautados llevaba un sticker con su nombre.
En el operativo policial, se incautaron nueve celulares, 12 chips, una tarjeta de Mercado Pago y comprobantes de extracciones de dinero vinculados a la cuenta de la mujer extorsionada.
El contacto inicial entre el extorsionador y su víctima comenzó de manera inocente, con el hombre presentándose como “Matías” y halagando su apariencia. Luego de ganarse su confianza, solicitó fotos íntimas, a lo que la mujer accedió sin prever las consecuencias. Fue entonces cuando la conversación cambió de tono, y G.M.C. comenzó a extorsionarla con la publicación de esas imágenes si no cumplía con sus demandas económicas.
El caso está ahora en manos de la fiscal Verónica Pérez y del juez de Garantías N°2 de San Martín, Carlos González. G.M.C. deberá enfrentar cargos por extorsión, un delito que puede agravar aún más su condena.
Este caso se suma a una serie de delitos de extorsión y grooming que han salido a la luz en las últimas semanas. Días atrás, otro hombre fue arrestado en Jujuy bajo acusaciones de grooming y producción de material de abuso sexual infantil, entre otros delitos. Los detalles de ambos casos muestran un patrón preocupante de cómo se utiliza la tecnología para explotar a personas vulnerables.