Fabiola Yañez, ex primera dama de Argentina, declaró contra Alberto Fernández en una causa por violencia de género y ha implementado estrictas medidas de seguridad para protegerse. Desde entonces, Yañez se mueve en Madrid con un custodio que la acompaña a todos lados, evitando ser vista sin protección en público.
La ubicación exacta de su departamento se mantiene en estricta reserva, y solo unas pocas personas de su círculo cercano conocen su dirección. Entre ellas, su madre, Miriam Yañez Verdugo, quien está a su lado para ayudar con los cuidados de su hijo Francisco, y una amiga de nombre Mariana González.
A pesar de las medidas, la protección de Yañez no incluye vigilancia permanente en su domicilio. Los custodios solo la acompañan cuando necesita salir, como ocurrió recientemente al asistir al consulado argentino. Este esquema busca minimizar la exposición y el riesgo, al tiempo que permite a Yañez mantener algo de privacidad.
El contexto de seguridad también se complicó con el anuncio público de Alberto Fernández sobre su viaje a España. Esto llevó al Ministerio de Seguridad a coordinar con las autoridades españolas un acuerdo para brindar protección mutua a funcionarios de ambos países, incluyendo a Fernández y Yañez.
La situación de Fabiola Yañez y Alberto Fernández ha sido aprovechada por figuras políticas, como la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Ayuso. Con un comentario desafiante, Ayuso cuestionó la falta de apoyo visible de grupos feministas a Yañez, provocando un nuevo foco de tensión en el entorno político.
Por ahora, Yañez sigue enfocada en su seguridad personal mientras el proceso legal avanza. La ex primera dama se mantiene rodeada de su círculo más íntimo y bajo la vigilancia de sus custodios, con la esperanza de que la situación se resuelva pronto y pueda vivir sin temores.