El Frente Renovador de la provincia de Buenos Aires anunció (y cumplió) que no asistía al acto organizado por el gobernador Axel Kicillof, destinado a reunir a diversos sectores del peronismo provincial en conmemoración del 50° aniversario del fallecimiento de Juan Domingo Perón, al que finalmente terminó yendo Máximo Kirchner y toda su tropa de comandantes de La Cámpora.

Intendentes y legisladores nacionales y provinciales del Frente Renovador confirmaron su ausencia: "No queremos ser rehenes de ninguna disputa interna, ni de unos ni de otros", expresaron en un comunicado oficial.

Además, calificaron el evento como inoportuno, argumentando que no es el momento para "escucharnos entre nosotros", sino que debería haber "un espacio que coordine nuestra acción frente al daño que causa Milei", añadieron los dirigentes massistas.

Esta decisión del Frente Renovador representa un desafío para Kicillof, ya que complica sus esfuerzos por lograr una imagen de unidad peronista con proyección nacional. El gobernador ha estado realizando una gira por diversas provincias en busca de "unidad y amplitud" dentro del peronismo.

Recientemente, Kicillof se mostró junto al gobernador de Santa Fe, el radical Maximiliano Pullaro, y con el chubutense del PRO, Ignacio Torres. En su última visita, se reunió con el gobernador de La Pampa, Sergio Ziliotto, marcando su primera foto con un mandatario provincial peronista.

Sin embargo, en su propio distrito, la interna con Máximo Kirchner obstaculizó la imagen de unidad que buscaba proyectar este lunes. "Creemos que no es momento de disputas internas, sino de ser claros ante la sociedad sobre el camino alternativo que proponemos", afirmaron desde el Frente Renovador.

Esta decisión de no participar en el acto de Kicillof pone de manifiesto las tensiones internas dentro del peronismo y la dificultad de lograr una cohesión en momentos de desafíos políticos significativos.