El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) reveló cifras alarmantes sobre la situación de la industria en marzo, con una drástica contracción del 21,2% en comparación con el mismo mes del año anterior y un 6,3% respecto a febrero de 2024.

Estos datos marcan el nivel más bajo de producción industrial desde 2016, retrocediendo a cifras similares a las registradas durante el punto más álgido de la pandemia en 2020. Es importante destacar que esta vez la caída se produce en un contexto sin restricciones por la emergencia sanitaria.

Uno de los sectores más afectados fue el de alimentos y bebidas, con una reducción del 14,3% interanual, lo que refleja un descenso en el consumo de estos productos. Además, la industria de la construcción experimentó un significativo retroceso, especialmente en la producción de minerales no metálicos, como el cemento, que cayó un 35,8%.

El informe del INDEC revela que esta es la sexta caída consecutiva en la producción industrial, siendo diciembre de 2023 el punto más alto, con una disminución del 8% debido al cambio de gobierno.

La reacción de economistas y funcionarios ante estos datos fue de profunda preocupación. Fernando Marull calificó la situación como un "palazo", mientras que Daniel Schteingart la describió como "catastrófica".

Juan Manuel Telechea expresó que no se vislumbra un fin a la recesión y José Ignacio De Mendiguren alertó sobre el riesgo de un país sin industria.

Por su parte, Leandro Mora Alfonsín destacó la dimensión brutal de la caída y Noelia Abbate señaló que ningún sector logró crecer, confirmando la recesión económica actual.

Estas cifras ponen de manifiesto la urgente necesidad de implementar medidas que reviertan esta tendencia negativa y promuevan la recuperación del sector industrial en Argentina.