Cada 31 de octubre, la festividad de Halloween tomó las calles con su tradicional espíritu de diversión y susto. Para los niños, la oportunidad de disfrazarse de personajes de terror resultó un momento imperdible. Desde calaveras a brujas y vampiros, los atuendos más elegidos reflejaron la esencia de la conmemoración.
La emblemática calavera, inspirada en la película de Disney, Coco y las celebraciones del Día de los Muertos en México, encabezó las preferencias. Un maquillaje sencillo de dos colores, una base blanca y toques de lápiz negro para los detalles faciales, fue suficiente para lograr el efecto deseado.
Asimismo, las brujas se adueñaron de la noche con sus característicos atuendos. Con ojeras oscuras simuladas con delineador y sombra, una base pálida y un vestido negro, completan su aspecto inquietante. Por otro lado, los vampiros destacaron con su tez pálida, ojeras pronunciadas, colmillos y detalles rojos para simular sangre, acompañados por vestimenta oscura y elegante.
No faltaron aquellos valientes que optaron por encarnar al terrorífico payaso de "It". Con pintura blanca en el rostro, tonos oscuros en los párpados y labios, y un audaz delineado rojo que conectaba ojos y boca, lograron capturar la esencia del espeluznante personaje.
Para aquellos que no querían que sus mascotas quedaran fuera de la diversión, los perros fantasmas se convirtieron en una opción adorable y sencilla. Con una sábana blanca o un lienzo claro, y unos orificios estratégicamente recortados para los ojos, lograron un aspecto simpático y festivo para la ocasión.
Así, entre golosinas y sustos, la celebración de Halloween continuó su legado como una festividad llena de diversión y espíritu festivo, dejando atrás una noche inolvidable para grandes y chicos por igual.