En un balneario marplatense de Punta Mogotes, dos niños se divierten en la arena, ajeno al destino que les depara. Son Lionel Messi y Antonela Roccuzzo, unidos desde la infancia por un hilo rojo que los llevaría a escribir una historia de amor seguida por millones.
La icónica imagen que presagió su amor fue tomada durante el verano de 1998, cuando Messi, apenas un niño de 10 años, y Antonela, a punto de cumplirlos, se reencontraron en Mar del Plata, cimentando una amistad que creció con los años.
Walter Vittor, excompañero de Messi en Newell’s, rememora aquel encuentro en la playa marplatense, donde la amistad entre Lionel y Antonela se fortaleció, augurando un futuro romance.
Tras separarse por la partida de Messi a España, la conexión entre ambos se mantuvo a través de cartas y el MSN Messenger, hasta que un gesto conmovedor de Messi hacia Antonela reavivó su vínculo y ella comprendió que sería el amor de su vida.
En 2007, oficializaron su relación y desde entonces han formado una familia sólida, con tres hijos: Thiago, Mateo y Ciro. Ahora, disfrutan de su primer San Valentín en Miami, consolidando una historia de amor que comenzó en la infancia y sigue inspirando a millones.