En medio de la crisis económica, surge un nuevo producto que intenta imitar al clásico dulce de leche argentino, llamado "Dulcísimo", elaborado a base de proteínas lácteas, azúcar y óleo margarina sabor dulce de leche, ubicándose en la misma góndola que los productos auténticos pero a un valor más bajo.

Esta imitación se suma a otros productos que buscan simular alimentos populares, como la "bebida láctea a base de leche" de la marca "Opi", así como quesos rallados que no son 100% queso, sino que tienen agregados como pan rallado, todo bajo el argumento de ofrecer alternativas económicas.

Un usuario en redes sociales compartió su sorpresa y decepción al descubrir este producto, generando comentarios hilarantes entre los usuarios, quienes cuestionaron la calidad y saludabilidad del mismo, burlándose de su composición y comparándola con otros productos de imitación en el mercado.

Estas imitaciones alimenticias, que intentan capitalizar la crisis económica, han generado debate y preocupación entre los consumidores argentinos, quienes se ven enfrentados a opciones que no cumplen con los estándares de calidad y autenticidad de los productos originales.