El ataque a un campo de evacuados en Rafah, al sur de Gaza, ha desencadenado una serie de declaraciones que resaltan la gravedad de la situación. En una intervención ante abogados de Israel, la fiscal principal del Ejército de Israel, Yifat Tomer Yerushalmi, calificó el incidente como "muy grave". Según sus palabras, en una guerra de tal magnitud, es inevitable que ocurran incidentes complejos como este.

Las fuerzas armadas israelíes están llevando a cabo una investigación sobre el ataque, que se produjo contra una "zona segura" que aún no había sido ordenada para evacuar. Yerushalmi afirmó que lamentan cualquier daño a no combatientes durante la guerra, subrayando que este tipo de incidentes no son la norma, aunque pueden levantar sospechas sobre la violación de las leyes de la guerra y las órdenes militares.

Los ataques aéreos israelíes en Rafah han dejado un saldo devastador, con al menos 40 palestinos muertos y decenas de heridos, según la agencia de defensa civil de Gaza, vinculada a Hamas. Las imágenes del ataque muestran escenas caóticas y desgarradoras, con paramédicos corriendo hacia el lugar del ataque para evacuar a los heridos, incluidos niños.

La comunidad internacional ha reaccionado con indignación ante este nuevo episodio de violencia en la región. Egipto, Jordania, Kuwait y Qatar han protestado enérgicamente contra el ataque israelí, advirtiendo que podría obstaculizar los esfuerzos para reactivar las conversaciones sobre la tregua y la liberación de rehenes en el conflicto entre Israel y Hamas.

Este bombardeo se produce apenas un día después de que la Corte Internacional de Justicia (CIJ) ordenara a Israel detener "inmediatamente" su ofensiva en Rafah, que ha obligado a casi un millón de personas a desplazarse. Con decenas de miles de heridos y miles de cuerpos aún bajo los escombros, la situación humanitaria en Gaza es cada vez más desesperada.

La comunidad internacional espera una pronta resolución pacífica a este conflicto, que ha cobrado un alto precio en vidas humanas y ha dejado a miles de personas sin hogar ni esperanza en medio de la devastación.