El hecho involucra a concurrentes del colegio Euskal Echea, ubicado en la localidad de Llavallol. Si bien trascendió públicamente en las últimas horas, el mensaje intimidatorio fue enviado a comienzos de esta semana y se viralizó rápidamente entre alumnos y padres de la institución, que ya estaban al tanto de la situación desde hace unos días.
En el audio de WhatsApp, el padre le dice al chico con tono amenazante: “Mirá A., vos con la única persona que no te vas a querer cruzar en la vida va a ser conmigo, porque a mí me importa tres carajos que tengas 13 años. Me importa un reverendo huevo ir preso, porque de hecho ya lo estuve una vez y me manejo mejor que adentro de mi casa”.
“El día que te cruce te voy a arrancar la cabeza, y los ojos te los voy a poner en un plato y te los voy a hacer masticar la próxima vez que cargues a mi hija”, prosiguió el hombre mayor.
Inmediatamente, lo acusa de hacerle bullying a su hija, con quien el adolescente comparte curso en la escuela: “Pedazo de marica, cargar a una mujer que encima tiene un implante coclear hecho. Y si no, de última, te saco los oídos y se los pongo a mis hijas, pero te voy a hacer mierda”.
A continuación, lejos de amedrentarse por las consecuencias, incita al chico de 13 años a radicar una denuncia policial e incluso amenaza también a su familia: “Y que este mensaje te quede guardado para que hagas una denuncia, y yo que vos la haría, para que te pongan custodia cuando entres y cuando salgas del colegio, porque te voy a hacer pedazos, ¿me escuchaste? Pendejo hijo de p..., a vos y a tu vieja, a los dos”.
Tras enterarse de lo sucedido, la familia del menor se dirigió hasta la Comisaría Cuarta de Lavallol y denunció al hombre. Por el caso se iniciaron actuaciones por el delito de amenazas e intervino la Unidad Funcional de Instrucción Nº 6 de Lomas de Zamora, a cargo del fiscal Gerardo Mohoraz.
Finalmente, el juez Gustavo Alberto Gaig, titular del Juzgado de Garantías Nº 3 del departamento judicial de dicha jurisdicción, dictó una medida cautelar en la que se dispuso una restricción de acercamiento para el acusado y el cese de hostigamiento hacia el adolescente y el resto de su familia.
El delito de amenazas está contemplado en el artículo 149 bis del Código Penal, que establece lo siguiente: “Será reprimido con prisión de seis meses a dos años el que hiciere uso de amenazas para alarmar o amedrentar a una o más personas”.
Hacia la tarde de este viernes, desde el establecimiento educativo no se habían referido al caso. Mientras sigue adelante la causa, el adolescente no concurre a la escuela y recibe clases de manera virtual.