La estrategia de Javier Milei para armar listas electorales en todo el país trajo consecuencias inesperadas en el Congreso. Al sumar a su causa figuras variadas, desde exfuncionarios hasta novatos sin pasado político, el resultado fue un bloque legislativo con alianzas frágiles y conflictos internos. Este enfoque se evidencia en la situación del exdiputado Pablo Ansaloni, cuya inclusión buscó garantizar la seguridad jurídica del frente electoral en Buenos Aires.
Los problemas dentro de La Libertad Avanza no tardaron en surgir. Con la inclusión de candidatos de distintas procedencias, la cohesión del bloque en el Congreso se ve constantemente desafiada. Ejemplo de ello es el conflicto en la bancada jujeña, donde Ezequiel Atauche y Vilma Bedia, figuras sin experiencia previa, enfrentan dificultades para coordinar sus posiciones.
El caso de Ariel Lijo, otro nombre relevante en el entorno de Milei, destaca la complejidad de las alianzas formadas. Su posible exclusión, promovida por Karina Milei, es solo una muestra de las tensiones internas que afectan la operatividad del bloque. Estas fricciones generan incertidumbre sobre el futuro político de La Libertad Avanza.
A medida que estas dinámicas continúan desarrollándose, es evidente que la elección de candidatos por Javier Milei, diseñada para maximizar su impacto electoral, ha creado un escenario complicado en el Congreso. La necesidad de mantener la unidad y controlar las disputas internas será crucial para el éxito de su gobierno. El desafío para Milei ahora es consolidar su bloque legislativo y evitar que estas tensiones deriven en un quiebre irreversible.
