Este jueves, en los Tribunales de Quilmes, dio inicio el juicio por el "homicidio calificado" de Federico Rey, un joven de 23 años que falleció en abril de 2020 mientras estaba detenido en la Unidad Penal 23 del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB).
Rey murió a causa de disparos de balas de plomo presuntamente efectuados por Daniela Heidenreich, exjefa del Grupo de Admisión y Seguimiento de esa prisión, en medio de una brutal represión contra una protesta de la población carcelaria debido a las condiciones de hacinamiento y negligencia en la atención médica durante la pandemia.
Heidenreich enfrenta acusaciones de "homicidio calificado por haber sido cometido por un miembro del servicio penitenciario y mediante el empleo de arma de fuego", un delito que podría llevar a una condena de reclusión perpetua. Según la investigación, Heidenreich habría disparado al menos tres veces con su escopeta desde un puesto de vigilancia en el muro que rodea la prisión.
A pesar de los intentos de encubrimiento por parte del SPB y el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, los tres acusados, incluyendo a Heidenreich, fueron detenidos preventivamente poco después de los hechos.
La familia de la víctima, representada por abogados de la Comisión Provincial por la Memoria, busca justicia y exige que los responsables políticos e institucionales también enfrenten consecuencias.
El juicio oral y público se lleva a cabo con la participación de un jurado popular, y se espera que arroje luz sobre los detalles de la trágica muerte de Federico Rey y las circunstancias que la rodean, así como la posible implicación de otras personas en el incidente.
La familia y los defensores de los derechos humanos esperan que este proceso conduzca a la rendición de cuentas por la violencia estatal en las cárceles argentinas.