Las últimas encuestas pintan un panorama claro: el kirchnerismo está perdiendo terreno como identidad política, mientras que el peronismo, en sentido más amplio, se fortalece. Sin embargo, este fenómeno no se traduce en un debate interno del Partido Justicialista.
Diversos estudios de opinión pública muestran una caída significativa en la adhesión al kirchnerismo, especialmente entre los jóvenes, mientras que la identidad peronista gana terreno. Los dirigentes del PJ reconocen esta tendencia, pero aseguran que no se traduce en discusiones internas.
"El peronismo absorbe los 'ismos'", afirma un intendente bonaerense. "En este momento, el kirchnerismo está por debajo de la marca peronismo". Otros dirigentes coinciden en que existe una brecha entre ambas identidades, pero señalan que el debate al respecto es escaso, especialmente en los sectores del partido más cercanos al kirchnerismo.
Un exfuncionario de Cristina Kirchner reconoce que la identidad kirchnerista fue "monopolizada" por ella y La Cámpora, lo que generó una pérdida de adhesión en otros sectores. Sin embargo, asegura que no se analiza este tema en las discusiones partidarias.
La ausencia de un debate interno sobre esta cuestión genera interrogantes sobre el futuro del peronismo. ¿Cómo se reconfigurará el partido ante este nuevo escenario? ¿Cuál será el rol del kirchnerismo dentro del peronismo? ¿Cómo se resolverán las tensiones internas?
Las respuestas a estas preguntas son cruciales para entender el futuro de la política argentina. La evolución de la identidad peronista y la relación entre el kirchnerismo y el peronismo en su conjunto serán factores clave en las próximas elecciones y en la definición del rumbo del país.